CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 7

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





NI SIQUIERA A VOSOTROS MISMOS
OS INTERESA TANTO LLEGAR
AL REINO DE LOS CIELOS COMO A MÍ LLEVAROS

LA PLATA, 9 de septiembre de 1988
PARROQUIA SAN MATEO

Lectura: San Juan, Cap. 1, Vers. 23 al 27.

Que la paz descienda sobre vuestras almas, ovejas de mi grey.
Oíd la voz del que clama en mi nombre.
Otras veces sobre esta misma ciudad he realizado profecías duras y he hablado de última oportunidad pues el pecado y el vicio compenetrados en la humanidad no han dejado que estos hijos míos se acerquen a mí, mas así soy Yo, os continúo llamando y os doy medios eficaces, efectivos, fuertes de aceptar mi llamado.
Tenéis en esta ciudad dos lugares de oración privilegiados (Cenáculos: Nuestra Señora de Todas las Gracias y Nuestra Señora del Perdón) y ahora aquí os he abierto las puertas de mi casa y os he recibido como invitados de honor y os daré las gracias que me pedís mas no olvidéis que vosotros debéis ser la semilla fértil pues aún hay mucho fruto por dar.
Aún elevo mi mano en bendición sobre vosotros, aún mi corazón aumenta día a día mi amor hacia vosotros pobres criaturas, pero no os dejéis vencer con facilidad, luchad unidos, luchad, orad, llamadme, estoy a vuestra disposición a cada instante, pues ni siquiera a vosotros mismos os interesa tanto llegar al Reino de los Cielos como a mí llevaros. Y no seáis necios ni burlones ni critiquéis desconociendo pues Yo veo todo corazón y conozco toda verdad de cada uno de vosotros, podéis engañar a los hombres, no a mí.
Esta Obra pequeña y humilde que comenzó hace un tiempo y que ha crecido, sigue marchando a paso lento pero firme, y vosotros lo véis pues las pruebas están a la vista y aún aquellos lugares donde mi gracia era rechazada ahora trabaja plenamente y con fervor ganando para mis hijos todo lo que necesitan para su salvación.
Yo he elegido a alguien y lo he enviado a vosotros a hablaros en mi nombre como lo hace ahora, con mi fuerza y mi Espíritu seguiré actuando a través de él y sabed que he dado para su prueba el poder de sanación de cuerpo y alma sobre los enfermos físicos y espirituales, por eso se dirá que quién os guía tiene manos blancas por su limpieza y por mi bendición y gracia que actúa a través de ellas sin existir mérito alguno de su parte, solo su voluntad. Y sabréis, aunque ya lo habéis visto, las grandes ventajas de tener un guía de manos blancas.
En nuestra próxima reunión de oración traed con vosotros un crucifijo para usar al cuello, Yo lo bendeciré especialmente y será para vosotros el signo de estas reuniones de oración. Cada vez que nos reunamos ese crucifijo en vuestro cuello os recordará que sois de mi pertenencia porque os he comprado al precio de sangre en la cruz.
La próxima vigilia de oración contaréis con la presencia de mi Santísima Madre y permitiré que os dirija algunas palabras, si oráis bien.
Pobres criaturas mías, todo queréis saber, todo queréis comprender, todo queréis escudriñar con vuestra inteligencia. Pensad ahora: ¿Quién os ha dado vuestra inteligencia? No puede ser comprendido por ella. Sed hombres de fe y obrad acorde a esta fe, solo así lograréis los frutos que el Espíritu Santo hace surgir en cada uno de vosotros.
En otras épocas otros han sido llamados; en estos Ultimos Tiempos os llamo a vosotros.
Y así como os he enseñado a bendeciros mutuamente de padres a hijos, Yo, como vuestro Padre, Hermano y verdadero Espíritu no os despediré sin tener un momento de bendición con vosotros. Momento en el cual me confiáis todas vuestras cosas y las depositáis en mi corazón, confiad pues, nada será negado a aquél que confíe pues el que deposita toda su fortuna en la gracia ganará el Reino.
Desciende sobre ustedes, hijos míos, mi bendición que en un principio otorgó el Padre, el Hijo y hoy os da el Espíritu Santo.
Muchos de vosotros estáis convencidos en la defensa de la verdad, otros aún vaciláis en esto. Los firmes continuad adelante, los temerosos no esperéis tanto.
A todos amo. Tened paz.




ANTERIOR     |     SIGUIENTE