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DIOS AVISA A LA HUMANIDAD ENTERA

21 de mayo de 1988
Santos Lugares
Cenáculo Nuestra Señora de la Buena Senda

Paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Amadas estrellas de mi Cielo, no dejéis vuestras almas abandonadas a su propia suerte según las influencias del maligno. Preocupaos muy bien de vuestra salud espiritual. Os daré hoy una enseñanza, hijitos míos, de ahora en más cada uno de vosotros deberéis practicar la ofrenda del silencio; a través de vuestras oraciones, vuestras palabras, vuestros gestos constantes hacia mí, pedís y pedís como Yo os he mandado, pero no hacéis un minuto en el cual Yo pueda penetrar vuestros corazones y allí en íntima relación podamos dialogar sin palabras desprendidos de la necesidades del mundo. Es verdad que es difícil pero os hará mucho bien y elevará vuestra espiritualidad. Prestad atención y lo lograréis. Buscad una vez, al menos una vez en el transcurso de la semana, en el momento más apacible de vuestra vida, en el lugar más recóndito de vuestro hogar, en el sitio más tranquilo y que más paz les inspire. Así, de rodillas frente a mí, cerrad vuestros ojos, abrid las puertas de vuestra alma y olvidad todo, manteneos así todo el tiempo en que Yo os eleve a mí y sentiréis el suave calor arder en vuestro pecho.
Muchos hablan en mi contra y muchos otros con sus palabras, tratando de ayudarme, me ofenden por desconocimiento de la verdad. Yo os pido a vosotros que entendéis mi llamado: haced la ofrenda del silencio, y será ésta característica fundamental de esta Obra. Cuando hayáis practicado lo suficiente en vuestra forma individual lo haremos en conjunto, mas aún no es tiempo, debéis acostumbraros primero a esta nueva forma de oración, nueva para vosotros.
Recibiréis, a través de esta obra, tres mensajes, que denominaréis conocimiento universal. Mis Palabras hasta el día de hoy os han formado y pueden o no llegar a los lugares recónditos. Estos tres Mensajes Universales deberán ser entregados con prontitud para su difusión a todo nivel y en todo aspecto, pues por su contenido, serán aquellos mensajes encargados de impulsar los engranajes interiores de la salvación aún latente y muchos a través de ellos reconocerán la verdad que habla y se volverán a encontrar conmigo. No preguntéis cuándo ni dónde, solo sabed que serán tres.
Y algo más por vosotros: no permanezcáis tan preocupados por el futuro, pues esto también puede ser una trampa. Pensando en el futuro olvidáis vuestro presente y pensando lo que vendrá os quedáis mirando el Cielo como mis discípulos y no os dáis cuenta que el día pasa y cada día trae su trabajo. Cumplid día a día, hora a hora, y dejad el futuro pues el presente nos lo mostrará ¿verdad? Os asombráis porque os digo “nos los mostrará”, pero sabréis que Yo vivo en vosotros y al ver vosotros los hechos juzgaréis según mi actuación en vuestro espíritu, así, la verdad que se os muestre les será mostrada y aceptada a través de mi Espíritu operante en vuestras almas.
Y dejad ya de quejaros por vuestros males pasajeros, peor aún es la condenación eterna.
La bendición para vosotros, amados míos, recibid la paz en vuestros corazones, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que se haga en vosotros según lo que esperáis.

Lectura: San Lucas Cap. 3, Vers. 21 y 22.





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