ACERCAN A MÍ VUESTROS PEDIDOS
1 de diciembre de 1995 | Primer Viernes de mes
Muchas veces os preguntáis si se mantienen en los cenáculos de oración de aquellas personas que se han alejado de mi Obra, los ángeles guardianes custodios de ese cenáculo. Sabed que este servicio que mis ángeles brindan es para aquellos que adhiriendo a mi Obra trabajan continuamente dentro de ella. Es un regalo especial que Yo, el Señor, doy a quienes desean servirme y obedecer mis pedidos. Mas cuando este deseo de servicio y esta obediencia han sido abandonados, mis ángeles se retiran pues no hay motivo ya para que este privilegio continúe si libremente el alma ha elegido otro camino. No digo, pues, que se condene; mas sabed que no poseen los privilegios especiales que si otorgo a quienes han formado su cenáculo de oración y estando presentes aquí han pedido su ángel custodio.
Recordad que ellos son quienes acercan a mí vuestros pedidos y os alcanzan mis gracias. Vuestros fieles compañeros y guías que no os abandonarán, si no me abandonáis.
Tened paz; hoy mis arcángeles renovarán en vosotros mi señal en vuestra frente en el momento en que yo os bendiga. Obrad y vivid como dignos portadores de esta señal. Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Mi Corazón está abierto y lleno de gracias para vosotros. Recurrid siempre a Él y todo lo obtendréis. Paz.
Lectura: I Corintios, Cap. 11, Vers. 1 al 16.
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