NUEVA SEMILLA EN EL SURCO
6 de marzo de 1998 | Primer Viernes de mes
Ha llegado el momento de arrojar nueva semilla en el surco y vosotros sois los trabajadores llamados a realizar esta tarea, con empeño y con cuidado. Yo os he elegido de entre muchos, os he llamado, os he atraído a mi Santuario, y hoy os encomiendo la misión de propagar la devoción a la Divina Misericordia con todos los medios que os sean posibles. Dad a conocer, pues, mi corazón abierto por la lanza, derramando amor sobre la humanidad; hablad a todos de mí, y estaréis así cumpliendo la primera parte de vuestra misión.
Si tenéis dificultades en vuestra empresa, Yo os acompañaré, recurrid a mí... llamadme y ahí estaré, abrid vuestro corazón y a él vendré con toda mi fuerza. Realizad ahora esta tarea mientras Yo os observo... más adelante volveréis a mí y os encomendaré nuevos trabajos. No corráis si deseáis llegar a buen destino.
Tened Paz. Vuestras frentes serán marcadas por mis Arcángeles y ese signo, mi Signo, será para vosotros señal de protección.
Recibid mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Los pasos que déis en soledad, serán estériles; mas, aquellos que déis tras los míos, producirán abundante fruto. Paz.
Lectura: San Lucas, Cap. 21, Vers. 1 al 11.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS