CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Primeros Mensajes desde 1985

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ESTE MUNDO ESTÁ PLAGADO DE BRUJERÍAS
Y DE MALDADES

Capital Federal, 3 de octubre de 1987
Cenáculo María, madre y maestra

Dice el Señor que con toda intención se ha presentado tardíamente para que vuestra oración fuera más ferviente y también para que sepan que elige el momento en que va a dirigir su Palabra. Y que si alguna vez no lo hace, nadie puede reclamarle, pues esto es un don de su misericordia.
Dice que el árbol ha comenzado a crecer y que debemos mantenerlo recto para que no se eleve deficientemente que lo mantengamos apuntalado con nuestras oraciones y sacrificios. Y quiere decir el Señor ahora una cosa: Vosotros los que sóis orgullosos y soberbios negáis presencia de vuestro Dios donde Él quiere y cuando quiere y pretendéis poner cerrojo a las bocas que hablan en mi nombre pero Yo os mostraré la verdad viva y trabajando, pues para eso he llamado a mis hijos, a trabajar a mi lado, codo a codo.
Vosotros los que intentáis acallar las Palabras que salen de las boca del Señor terminaréis mal, hijos, si continuáis luchando en contra de vuestro Dios, y vosotros pobres hijos indiferentes, helados como témpanos, ¿no véis que vuestra alma reclama por mí?, ¿no véis que vuestra boca desea pronunciar: Jesús, en Vos confío, y no la dejáis?, ¿acaso no sabéis que riguroso es el pecado con las almas que las hunde hasta lo más profundo?, ¿acaso no habéis visto transformarse el lobo en cordero por mi gracia?, ¿y que estáis esperando ahora? Os llamo uno a uno, os conozco individualmente, os quiero a mi lado, en mi corazón; venid rebaño mío, vuestro Pastor os llama, seguid mis huellas y encontraréis la verdadera paz.
Sed solo Jesús, para Jesús, y Jesús estará en ustedes. Yo soy vuestro Jesús que os ama y sabed que ahora tengo manos libres, ya los clavos no las atan y puedo obrar libremente entre mis hijos, de ahí que usaré ambas manos para colmaros de gracias y para bendeciros y para acariciaros en vuestros sufrimientos. Ya no más clavos a las manos, pues abro mis manos libremente y os recibo.1
Y a vosotros que no os decidís aún, venid, venid a beber de la fuente de vida eterna, venid, venid a gozar de la realidad de vuestro Dios que vive y habita en vosotros mismos. Descubrid vuestra espiritualidad, destruid toda sensualidad que os pervierte y aleja. No seáis retorcidos en espíritu, dejáos abrir el corazón por mí; ablandaos, hijos, ablandaos o pereceréis.
Oíd mujeres, oíd hombres, oíd niños, todos sóis necesarios en mi Obra. Luchad, lo dije y lo repito, luchad, uno a uno y Yo prometo, por cada batalla perdida obtendréis cien triunfos que tal vez no conozcáis nunca, porque nada se pierde de la gracia que el Señor da. Pero no todo podéis conocer vosotros, sabed que os estoy utilizando amorosamente para mi Obra y os llamo colaboradores y no esclavos, amigos y no sirvientes, hijos, hijos amados y no lacayos. Sois míos y sois Yo, acercáos a mi Iglesia y allí encontraréis lo que os hace falta, nada más claro y más puro que esa presencia mía en el mundo.
Pobres ovejas desviadas, no cerréis vuestros ojos pues el barranco está cerca y podéis despeñaros, seguid al Pastor, que los conducirá de nuevo al redil.
Hoy bendeciré estos objetos y tendrán sumo poder para pedir por los moribundos, acérquenlos a los que estén en el trance de la muerte, y Yo les daré gracia suficiente para defenderse en esa última hora.
Os dejaré una pequeña palabra que resume lo que deseo de ustedes: Retornad, habéis salido de mí; retornad a mí.
Tened paz, luego os bendeciré.
Dice el Señor que el día siete quiere que todos los que están aquí hoy y todos los que se enteren recen en lo posible los quince misterios del santo rosario durante todo el día, aún robándole horas al sueño, y Él concederá una gracia imposible2 por cada rosario rezado. Son tres gracias, con tres rosarios rezados. Dice que aunque así no fuera debéis rezarlo igual, pero por ser una fiesta de la Virgen, aquellos que oren con fe y pidan serán atendidos y escuchados en la medida de mis planes, dice el Señor, según su santa voluntad. Dice además que este lugar ya ha comenzado a irradiar gracia, pero que el entorno está muy pervertido aún, que hay que continuar orando mucho y que hay que pedir muy especialmente por los sacerdotes de este lugar de esta zona, que están muy muy endurecidos sus corazones, muy fríos... si..., no todos, dice el Señor; algunos, dije. Si, dice, porque después dicen que el Señor acusa a sus elegidos y no es así. Y eso tampoco quiere decir, dice el Señor, que Yo no los ame, por eso quiero que se corrijan, les pido que los ayuden.
Dice que la última decena vamos a pedir por unas personas que viven allá en el edificio de enfrente y que hoy han tenido un problema muy grave en la familia y que necesitan de la oración pero que ni siquiera saben rezar y que entonces les ayudemos nosotros.
Dice que no importa quién es, que lo hagamos porque Él lo está pidiendo.
Dice el Señor que está bien elegida la fecha del 25 de diciembre y que es correcto lo que vamos a hacer, que Él nos va a acompañar y que también ese día va a dar un mensaje personalmente.
Que aprendamos de cómo rezan ellos3 y que sigamos adelante.
Dice que va empezar también a ayudarnos un poco con el segundo Brote Nuevo4 para que se agilice la transmisión de su Palabra y que para ésto también iniciemos una Novena a Jesús Misericordioso, que se rece en conjunto, vuelve a repetir, en conjunto, todos los cenáculos, en conjunto.
(Visión) Ahora se ve el mundo, un mundo, así como es el globo terráqueo y alrededor está encendido por fuego... un fuego que está todo alrededor y está haciendo todo el círculo alrededor de la tierra, parece, todo en llamas... ¿no?... ahí hay más, ahora es en algunos lugares, ¿ven?, ahí ese lugar, eso parece que fuera... parece Francia, esa torre, la torre Eiffel, eso es, está alrededor toda en llamas, mucho fuego, y también todos los edificios caídos y eso es como un monumento5 caído tambien, está roto y ahora es... unos hombres que vienen cabalgando en el cielo, son cuatro. Ah, el Señor dice, los cuatro jinetes que ya vienen cabalgando. Preparaos ya vienen hacia ustedes, preparaos, dice el Señor, no temáis, aferráos a mí, os salvaré y salvaréis, está diciendo el Señor.
Y ahí está ahora... ¿qué es eso?... es un brujo, es un hombre con... ha prendido un fuego y está haciendo cosas con las manos. Dice el Señor que este mundo está plagado de brujerías y de maldades, dice que lo que limpia eso, lo único que limpia eso es la oración. Dice el Señor que alguno de los que están acá también han caído en esas cosas y que a Él no le gustan y que no insistan con eso, solo desea que recen el rosario que cumplan los sacramentos y que cumplan mis diez mandamientos, que todas las otras cosas sobrenaturales fuera de la Iglesia los perjudican. Y dice que recordemos ese pasaje que dice, ¡fuera con los hechiceros, fuera con los brujos y con los que consultan espíritus, adivinos y astrólogos, fuera!
Yo repudio, dice el Señor, esas prácticas y no las permitiré. Seguid orando, recordad que vuestros hermanos os necesitan. Seguid.

Lectura: II Tesalonicenses, Cap. 2, Vers. 13 al 17.

El santo ángel del Señor también, no sé cuál es, pero es un ángel así, que va a dar la bendición especial dice, porque es el encargado de asistir a los moribundos. No, yo no sé quién es, pero está ahí. Él va, también, a interceder durante la bendición. Tiene el Señor ahora su crucifico negro, sobre todos los objetos.
Y ahora recemos el Salve a la Santísima Virgen y luego nos va a dar su bendición. Ponéos de rodillas. Os bendeciré y os repito el llamado, venid a mí, nada hay de valedero en las cosas del mundo, para vosotros que recién comenzáis vuestra vida y para vosotros que estáis a punto de terminarla, nada mejor que estar al lado del Señor, os bendigo, os doy la paz y es en el nombre del Padre, Hijo, Espíritu Santo.
Continuad al servicio de vuestro Señor, orad, pedid, todo se os dará si confiáis, regresad en paz, vuestro Señor vela por vosotros, mi amor espera por vuestra respuesta. Paz a ustedes.


1 responde este párrafo a una pregunta realizada; un crucifico en el cual han desaparecido inexplicablemente los clavos de las manos.
2 para el hombre.
3 los presos.
4 el libro Brote Nuevo II.
5 el Arco del Triunfo.




ANTERIOR     |     SIGUIENTE