19 de noviembre de 2010
Cuando la tempestad arrecia, las ovejas se refugian junto a su Pastor y solo junto a Él se sentirán seguras y tranquilas. Acercaos a mí, venid a mí, permaneced a mi lado durante la tormenta que envuelve al mundo y nada deberéis temer, pues Yo estaré siempre para pastorear mi rebaño. Tened paz. Sed fuertes en esta hora difícil. Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén).
En un mundo plagado de voces falsas y mentirosas, haced vosotros oír la voz de Dios. Paz.
Lectura: Apocalipsis, Cap. 20. Vers. 11 al 15.
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