LA GRAN POSIBILIDAD
4 de abril de 1997 | Primer Viernes de mes
He aquí la voz de vuestro Señor que os trae una nueva enseñanza, que os sigue presentando el mejor camino, que os llama y os perdona.
A mi lado están mis Arcángeles listos para marcar vuestras frentes con la señal de la cruz; señal que para aquellos que se mantengan en fidelidad a mi Obra será motivo de alegría y santificación; señal que para aquellos que traicionen mis pedidos acercándose al enemigo de las almas, será punto de condenación extrema.
Tenéis ante vosotros la gran posibilidad: Vosotros debéis elegir; ellos, simplemente obedecen mis órdenes marcando vuestras frentes en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
En los momentos de persecución estas señales serán visibles entre mis apóstoles fieles y serán la identificación necesaria de aquellos que no se dejen marcar con el número de la Bestia. Así os reconoceréis fácilmente; así burlaréis las asechanzas del demonio y sus seguidores que no podrán ver en vuestras frentes este signo de pertenencia al Señor y a su Obra.
Tened paz, no dejéis de orar por vuestros jóvenes, especialmente aquellos que han sido atrapados por el fango del pecado, por la ciénaga del mal; recordad que ellos también son llamados a seguirme. Pedid para que la luz de mi misericordia llegue a ellos en todos los rincones del mundo e ilumine su vida. Son necesarios muchos obreros para el trabajo del Señor y entre los jóvenes estarán los mejor calificados para cumplir una misión extenuante y santificadora: Reevangelizar el mundo entero. Yo os bendigo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos, solo daréis fruto adheridos a mí, pues solos pereceréis.
Tened paz, vuestras oraciones y pedidos han sido escuchados. Paz.
Lectura: Apocalipsis, Cap. 10, Vers. 1 al 11.
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