18 de octubre de 1996
Lejanos están vuestros caminos de los míos... Lejos están los pensamientos humanos de los de Dios, mas por la gracia podéis conocerlos, y por mi misericordia ver con claridad. Dejaos guiar por mi mano... caminad junto a mí... venid conmigo, seguidme... Es momento de reunir el rebaño; es momento de buscar mis ovejas que vagan perdidas sin pastor ni guía; es momento para el trabajo de mis apóstoles, los verdaderos Apóstoles de los Últimos Tiempos, porque sabed bien que con la finalidad de confundir aparecerán aquí y allá otros que se dirán enviados, otros que dirán trabajar para mí, cuando en realidad estarán destruyendo. Guardaos bien, no os confiéis ni deis lugar a confusión.
Id pues al mundo, y sin ser del mundo, transformad el mundo. Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Aquellos cuyo corazón está inflamado de amor, recibirán mis palabras y las pondrán por obra. Paz.
Lectura: Gálatas, Cap. 5, Vers. 16 al 26.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS