PERMITIR ESTAS PRUEBAS
5 de febrero de 1993 | Primer Viernes de mes
Muchas veces en vuestras pruebas diarias creeréis haber llegado al límite de vuestras fuerzas y pensaréis que muchas de las dificultades que se os presentan son insalvables, corriendo el riesgo de desanimaros y caer en la tentación de retroceder en alguno de mis pedidos. Sabed que si permito que seáis llevados a esas situaciones es para que obtengáis un mayor grado de purificación interior y para que aprendáis a soportar pacientemente lo mismo que Yo he soportado siendo ésto en vuestro bien y el de muchas almas. Así adquiriréis para vosotros valores y virtudes que podréis volcar en vuestro apostolado; ¡no penséis, pues, que es crueldad permitir estas pruebas!, ¡si viereis la ganancia estaríais eternamente agradecidos de recibir esos ultrajes! Abandonad, pues, la forma de pensar del mundo: Vosotros no servís a hombre alguno sino a Dios y por Él dáis vuestro testimonio. Nada temáis y dejad correr el tiempo pues mi intervención está exigida por vuestra confianza en mí. He traído hoy mis Arcángeles para marcar vuestras frentes y eso harán cuando Yo extienda mi bendición sobre vosotros: Recibid mi bendición y fortaleceos en la pruebas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Si no os he abandonado en épocas de infidelidad menos os abandonaré ahora que intentáis serme fieles. Paz a los corazones verdaderamente limpios.
Lectura: Baruc, Cap. 3, Vers. 9 al 14.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS