CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 31

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





Y GUARDÁOS BIEN DE AQUELLOS
QUE NO PERTENECEN A MI OBRA

12 de junio de 1992

Paz con vosotros, ovejas de mi grey.
La Serpiente Maligna, el príncipe de este mundo, se mueve entre vosotros siseando en vuestros oídos, insidiando continuamente unos contra otros, buscando una brecha en vuestra unidad para destruiros a vosotros y a esta Obra, mas Yo os enseñaré a escapar de sus manos, que son garras por su maldad. Examinaós ahora aquí en mi presencia y comprometéos a pedir perdón a vuestros hermanos por todas vuestras actitudes equivocadas, así lo venceréis, solo así, humillándoos con motivo, frente a los demás, fueren quienes fueren. Pedid perdón por vuestros malos pensamientos, pedid perdón por vuestras malas palabras e iniciativas, pedid perdón por vuestras omisiones, pedid perdón y perdonáos, solo así el enemigo de las almas no tendrá poder sobre vosotros.
Y guardáos bien de aquellos que ya no pertenecen a mi Obra pues quién no está conmigo está contra mí: ¡elegid con cuidado!
No temáis, pues, éste no va a descubriros frente a todos, solo lo que le he mostrado es para él, para que como guía no se equivoque y pierda el camino.
Revalorizad mi actuación durante la Santa Misa, no perdáis oportunidad de participar en la misma; nada, oíd bien, nada vale tanto como ese Santo Sacrificio y nada os producirá tanto bien espiritual como la participación piadosa en la Santa Misa. Allí me hallaréis, allí os bendeciré, y si las tinieblas oscurecen vuestro entendimiento, allí las disiparé con mi bendición, allí también me pediréis perdón y me ofreceréis vuestra vida. Es allí donde presentaréis vuestros sacrificios ¡y no ante los ojos de los hombres!, cuyo premio es pasajero.
Venid a mi Altar, venid a mí, por amor.
Yo os bendigo, recibid mi bendición para cumplir fielmente con lo que os encomiendo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Que mi paz llegue a aquellos corazones abiertos a la luz del Espíritu Santo.

Lectura: I Corintios, Cap. 5, Vers. 1 al 13.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE