CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 12

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





CUANDO UN CIEGO GUÍA A OTRO CIEGO

28 de julio de 1989

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
He aquí la voz que habla a las almas en su beneficio como maestro, como rey, como Señor, como amigo, como onsejero.
Cuando un ciego guía a otro ciego, ¿sabéis lo que sucede? Muchos son los que deberían ser luz para el mundo hoy y en realidad están enceguecidos por sus propios pensamientos, preocupaciones, por sus conocimientos y teorías, por su soberbia y falta de temor a Aquél, cuya Justicia inacabable deberán rendir cuenta. Cuando un ciego guía a otro ciego. Muchos de los que deberían guiar hoy han perdido la brújula en su espiritualidad y solo atienden a razones humanas pensando como antiguamente: «Somos hijos de Abrahám» y Yo hoy les digo: nadie se salva por su título, sino por lo que vive, nadie entra en el Reino solo por decir “Señor, Señor”, sino por practicar la justicia y el amor.
Cuando un ciego guía a otro ciego. Así vive esta humanidad de hoy, así está yendo por caminos tortuosos, a golpes, hundiéndose en pantanos, todo esto porque sus guías son ciegos. Sin embargo, Yo, el Señor, desde mi venida a esta tierra he venido a dar luz y no han querido oírme, no han querido convertir su corazón. Hoy se repite esta ceguera voluntaria que lastima mis entrañas y que obliga a realizar a todo el Cielo esfuerzos extraordinarios para reunir el rebaño en torno de aquellos que recibirán, por inspiración del Espíritu Santo, la fuerza de congregar al resto amado de mi corazón. Todos podéis responder a esta llamada: ¡Venid al Señor, pues Él os llama!
Reconoced a tiempo la voz de vuestro Señor y no lamentaréis luego vuestra falta de franqueza y vuestros pecados anteriores. Quién oye mi voz cumple mis pedidos y marcha a paso firme por el camino de la salvación, trabajando por el crecimiento de mi Iglesia, que es Santa, por la efusión de mi Espíritu a través de Ella.
No temáis proclamar las verdades de la fe ni tratéis de suavizar lo que ya he dicho yo con crudeza. Oíd si tenéis oídos, hablad si tenéis lengua, para eso os llamo, para que estando junto a mí, entendáis y entendiendo apliquéis a vuestra vida las verdades y así por vuestro testimonio de vida otros me vean vivo.
Estas reuniones no son juego, estas reuniones no son un paseo, en estos lugares se están dando las últimas batallas por la salvación de muchas almas y está en cada uno de vosotros tomar con responsabilidad vuestro lugar en esta lucha: conmigo, o contra mí.
Tened paz, amados míos, guardad en vuestro corazón la bendición de vuestro Dios que os ama. Sed fieles al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Toda promesa de vuestro Dios será cumplida a su tiempo y todo anuncio venido del Cielo será llevado a cabo, en vosotros está responder a estas palabras. La gracia no os faltará.
Paz a vosotros.

Lectura: Santiago, Cap. 4, Vers. 1 al 6.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE