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DECID: ¿DE QUIÉN ES ESTA OBRA?
SI LAS ALMAS RETORNAN A LA PIEDAD,
SI LO DEMONIOS HUYEN
¿DE QUIÉN ES ESTA OBRA?

CAPITAL FEDERAL, 18 de marzo de 1989
REUNIÓN DE ENFERMOS

La paz llegue a vosotros, ovejas de mi grey.
No importa si habéis vivido vuestra vida alejados de mi gracia hasta el día de hoy, no importa si nunca antes habéis oído hablar de mí, no importa si os habéis ofendido pensando que no oía vuestras plegarias, no importa, si en vuestras prácticas de todos los días no encontrábais gusto ni sabor en vuestra espiritualidad u os sentíais secos, pues hoy es el día de mi intervención en vuestras vidas. Vosotros, ovejas descarriadas, sois llamados a volver al rebaño, y bajo el báculo de vuestro Pastor, retornar a los pastos saludables. Pobre de aquél que resista a la misericordia con su orgullo, pobre de aquél que no desee obedecer los suaves mandatos y cargar con el suave yugo de su Señor, pobre de aquél que desoiga el amoroso llamado de su Madre. Pronta está la espada de la Justicia, sabed que pronta está, de otra forma no sería Yo mismo el que os está llamando.
Habéis pedido a mis seguidores paciencia y la han tenido, habéis pedido signos de mi presencia y os los he dado, habéis pedido obediencia y ellos por mi indicación han obedecido mas ahora Yo os digo: Si Mis seguidores han cumplido, vosotros tenéis ahora la palabra, decid: ¿De Quién es esta Obra? Si las almas retornan a la piedad, si los demonios huyen, ¿de Quién es esta Obra? Si la confianza y el calor espiritual vuelven a los templos, ¿de Quién es esta Obra? Si el respeto por mi presencia en el Santísimo Sacramento ha retornado, ¿de Quién es esta Obra? y ¿por qué os empecináis en no ver lo que está claro a la vista del mundo? ¡Dejad ya de entorpecer el camino del Señor! pues cuando el tiempo es breve no tardaré en quitar del camino los enemigos. No seáis hallados vosotros enfrentando a vuestro Dios.
Y vosotros, pequeños míos, preparáos porque este mundo es un nido de demonios. Este mundo infiel y pervertido está listo a devoraros, si perdéis el contacto con mi Cuerpo y mi Sangre, con la oración, con los sacrificio, si dejáis decaer vuestra espiritualidad y si os preocupáis demasiado por lo material. Donde esté vuestro corazón allí está vuestro dios.
Se acerca el gran momento de compartir con vosotros el dolor (Semana Santa), vosotros sois aquellos que cargáis pesadas cruces de enfermedad, física o espiritual, y Yo he cargado por cada uno de vosotros todo el peso de estos dolores que a través del pecado han entrado en el mundo. Hermanados en el dolor, hermanad vuestros ruegos y pedidos a los míos en la cruz y decid conmigo: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu!” ¿En qué otras manos estaría más segura el alma de una creatura que en la de su Creador? Confiad, esperad, orad, sed pacientes, todo lo lograréis de mí pues estoy decidido a plantar mi gracia en medio de este mundo como ya lo he dicho, con mil o con uno, elegid vosotros.
Tened paz, vuestro Dios está siempre atento a vuestros pedidos, descansad en mí, confiad siempre y os bendeciré.
Recibid vuestra salud en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”). Así es, amados míos, siempre “Amén”.
Tened paz, vuestro Dios ha hablado, no dejéis en el abandono estas palabras que tienen gracia y vida para todos vosotros.

Lectura: Jeremías, Cap. 5, Vers. 26 al 29.





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