CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 9

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





A VOSOTROS OS CONFÍO
ESTA TAREA MAGNÍFICA Y ENORME
MAS CON MI GRACIA TODO LO PODRÉIS

CATAMARCA, 9 de febrero de 1989
PARROQUIA CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

La paz descienda a vosotros, ovejas de mi grey.
Durante mucho tiempo habéis oído de mis manifestaciones a través del mundo y hoy, he venido aquí, personalmente, a corroborar que todos sóis necesarios en la obra de salvación de las almas. En distintos lugares, con distintos protagonistas, mi voz se hace oír clamando por una tarea: ¡Salvad almas!, sed partes integrantes de mi ejército, de mi escuadrón bendito: ofrecedme vuestro servicio pues no deseo de ustedes otra cosa que vuestra vida entregada a mí en cada instante. Sed fieles servidores de la Madre Iglesia, ayudando y construyendo con vuestras obras, la vida íntima de mi Cuerpo Místico.
Superáos día a día en los esfuerzos por agradar a Quién os ama hasta haber entregado la vida por vosotros. Desde aquí, desde mi prisión de amor (Sagrario), donde estoy por vosotros, clamo y pido, exijo como Padre y Creador que me seáis fieles, pues todo mal que en el mundo se ve, es por falta de fidelidad a mi amor. No dejéis que el maligno enemigo pervierta a través de los sentidos, del pecado, del mundo, vuestra forma de ser. Mantenéos en la quietud interior de la oración, el respeto profundo por mi presencia en las sagradas especies de pan y vino, convertidas en Pan de Vida a través de mis legítimos ministros y representantes, y sobre todo, preocupáos unos por otros, porque si véis en otros mi rostro, me veréis verdaderamente en el último día y estaréis a mi derecha con los elegidos. Acrecentad vuestro amor, acrecentad vuestra unidad en la oración, acrecentad vuestras ligaduras con el Cielo, aún hay tiempo. Demostrad que en esta humanidad no todo está desechado. A vosotros os confío esta tarea magnífica y enorme, mas con mi gracia todo lo podréis. Entrad al refugio seguro que os ofrece mi Santísima Madre en su Corazón, y desde allí, obrad con Ella, por Ella, en Ella, para mí.
Recibid la bendición de Aquél que os ama y os espera, Yo os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Tened paz, vuestro Señor ha hablado, vuestro Señor ha estado aquí y estará siempre a la espera de vuestra respuesta. Venid a mí, con corazón arrepentido y no os negaré la gracia del perdón. Paz a vosotros.

Lectura: San Mateo, Cap. 7, Vers. 28 al 29.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE