CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 8

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





AHORA ES EL TIEMPO, NO LO DUDÉIS

CÓRDOBA, 19 de noviembre de 1988
CENÁCULO NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

La paz a vosotros, ovejas de mi rebaño.
Porque habéis sido conquistadas a precio de sangre, a precio de dolor y sufrimiento, por eso sois tan valiosas para mí como para venir personalmente en vuestra búsqueda. Os ofrezco mi misericordia, amadas hijas mías, os ofrezco disfrutar de mi compañía y amor, os ofrezco aprovechar de mis gracias, ahora es el tiempo, no dudéis, pues vendrán días de rigores en los cuales desearéis profundamente consuelos divinos y no los hallaréis, en los cuales las tribulaciones oprimirán aún más vuestro corazón y no sabréis donde recurrir; ahora estoy a vuestro alcance, vedme entre vosotros, la Sagrada Eucaristía, ese soy Yo, ahora estoy entre vosotros, vedme en mi Palabra, leedla, leed la Santa Biblia y me tendréis con vosotros como Maestro consejero y Amigo. Ahora estoy entre vosotros en mi Iglesia, en boca de mis sacerdotes, en sus predicaciones, atended sus enseñanzas limpias y puras, atended sus consejos, estoy entre vosotros, en aquellos hermanos que más necesitan de vuestra fortaleza en la fe para afianzar su debilidad frente a las pruebas. Apoyáos mutuamente unos a otros, para eso habéis sido llamados, para ser todos uvas del mismo racimo mas no olvidéis que las fuentes donde bebéis mi gracia son los sacramentos, la oración, el ayuno y mi Palabra Revelada. No encontraréis fuera de eso mejores canales y caminos; no queráis ser vosotros vuestros propios guías, dejad que sea Yo vuestro Maestro y os conduciré a la Morada Celestial. ¿Acaso no sabéis que es este un valle de lágrimas? ¿Porqué os asombráis de encontrar dolores y dificultades? Sabed que cada lágrima será enjugada por mi Madre si el dolor que la produce es aceptado como Voluntad Divina y sacrificio expiatorio pues esta amorosa Madre de la Esperanza aún espera en vosotros, rebaño fiel, aún confía en vosotros, ovejas mías, y aún pide por vosotros ¡cómo lo hace! ¡cómo lo hace vuestra Santa Madre! Día tras día acerca ante mí, entre sus propias manos, vuestras peticiones, y no cesa de entregarme los anhelos de vuestro corazón, lleva y trae gracias por todo el mundo, mas muchos de vosotros no la entendéis o pensáis que las gracias son para esta tierra, en cambio, aquellas gracias, concedidas en lo profundo de vuestro corazón, son las más valederas y las que os darán verdadera felicidad pues obtendréis la felicidad eterna. No penséis que me voy lejos pues con ustedes me quedo. No penséis que no os oigo pues siempre entre vosotros estoy. No penséis que sois indignos si vosotros rechazáis vuestro pecado y os acercáis a mí, tampoco Yo lo tendré en cuenta y seréis hijos limpios a mis ojos.
Id, amados míos, a esos templos consagrados, consagrados a mi servicio. Ayudad en la construcción de la Iglesia espiritual, la verdadera Iglesia de vuestro Señor, aquella que Pedro lleva adelante, pues este Papa es el signo de mi presencia en el mundo, presencia activa, ¿o acaso no véis como él también sale a buscaros, lugar por lugar? Y también estaría aquí, si su tiempo se lo permitiese, por eso, su espíritu es el mío y sus obras son las mías.
Ved que mi Iglesia necesitará del consuelo de vuestra presencia pues está en los momentos en que será grandemente perjudicada por dentro y por fuera y necesitará el consuelo de vuestras acciones heroicas, de vuestras oraciones fervientes, de vuestro apoyo y presencia. No temáis, estoy con vosotros, ¿quién contra vosotros?
¿Y qué habéis venido a buscar hoy?... Pensad... pues esa gracia es para vosotros. Recibid la bendición de Quién os ama, vuestro Padre, Hijo y Espíritu Santo.
No volváis a la senda del pecado, mantenéos fieles en lo pequeño y mucho más se os conseguirá más adelante. Confiad, orad, esperadlo todo en mí.
Paz a vosotros.

Lectura: Ezequiel, Cap. 33, Vers. 10 al 16.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE