Edición Nro. 5
HONESTOS... Y PACIENTES...
TEMPERLEY, 25 de marzo de 1988
CENÁCULO MARIA, CUSTODIA DE LOS TRES ESTADOS
Por abrir vuestras almas a la codicia, habéis dejado entrar el mal, por abrir vuestras mentes a la sabiduría habéis dejado entrar la soberbia, por abrir vuestras intenciones a la libertad habéis caído en el libertinaje total y todo eso por ser exceso no es bueno. Es por esto que hoy vengo a buscaros para que seáis medidos, prudentes, sinceros, honestos conmigo y con vosotros, comprometidos interior y exteriormente y pacientes con aquellos que aún están lejos.
Este lugar de oración se llamará “María, Custodia de los Tres Estados”, pues Ella custodia la Iglesia Militante durante su carrera en esta tierra para alcanzar la patria celestial y salva con su intervención a sus verdaderos devotos. Ella custodia a la Iglesia Purgante rescatando de la cárcel de la Justicia a aquellos que han permanecido fieles a sus promesas con el Señor y con su Madre. Ella comparte con todos la gloria eterna con la Iglesia Triunfante. Allí llena de gozo y alegría su sola presencia y hace sentir en los corazones de sus hijos su total amor. Por eso Ella, como Madre, custodia los Tres Estados de esta Iglesia que Yo he creado.
Oíd vosotros que criticáis la pobreza de mi lenguaje cuando hablo entre estos pequeños. ¿Acaso os dirijís a vuestros hijos en términos técnicos o bien dialogáis con ellos acorde a su capacidad? Ya lo he dicho y vuelvo a repetirlo, siempre seré así, todo buen maestro –y algunos de vosotros lo sois– debe adaptar su lenguaje al auditorio para ser mejor comprendido, por eso no podéis quejaros de mí, ni tratarme de vano, por hablar con palabras sencillas, porque de la práctica de estas palabras simples surgirá la misma virtud que de un estudio teológico de mi Palabra. Cada uno según su medida. Mas quiero ver en ustedes, disposición y entrega, todo lo demás –lo habéis visto– corre por mi cuenta. Y nunca olvidéis que vuestra Madre, siempre atenta a vuestros pedidos, os custodia, Ella es tesoro de los tesoros, flor preferida en el Jardín de los Cielos, prodiga por ustedes amor especial y cuidados cariñosos, aún por ti que estás tan lejos.
Manteneos firmes, a este mundo esperan horas de caos y dificultades muy grandes. Vosotros debéis ser base firme para que vuestros hermanos extraviados en esos momentos de tinieblas sepan encontrar la luz, y esa luz viene de la gracia, gracia que desciende a través de estos lugares donde se ora, se pide y se agradece al Señor.
Continuad con vuestra oración y sabed que estoy aquí con mi ángel custodio para vosotros, el cual ya comienza a orar entre vosotros, cumpliendo así con su misión. No dudéis de mi presencia y derramad lágrimas por vuestros pecados.
No llegue esta hora, Padre, en que se haga mi voluntad sino la tuya1, mas perdónalos pues aún no saben lo que hacen. Quién dio su vida por vosotros, vida os dará. Desde el árbol bendito de la cruz, recibid bendición vosotros y vuestros objetos piadosos, dad siempre gracias al Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Seguiré obrando en cada uno de vosotros según vuestra fe. Id en paz.
Lectura: San Lucas, Cap.16, Vers. 13 en adelante
1 Palabras del Señor dichas desde la cruz (árbol bendito) aceptando el Plan de Salvación por la Voluntad del Padre antes que la propia (como Hombre).
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS