CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 4

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





MES DE CONSAGRACIÓN
A LA DIVINA MISERICORDIA

BERAZATEGUI, 10 de junio de 1988
CENÁCULO JESÚS Y MARÍA POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS

Lectura: Proverbios, Cap. 8, Vers. 4 al 11.

Así podríais estar esperando todo el tiempo que vuestro Señor lo desee, pues mi Palabra es obra de misericordia y nada tiene que ver con vuestros méritos.
Una triste y dolorosa realidad se ha apoderado del mundo de hoy, mi corazón abierto y sangrante clama por vuestras oraciones, y vosotros, muchos de vosotros, dáis la espalda a vuestro Dios para entreteneros en vuestros caprichos, gustos y cosas vanas que a nada conducen.
Soy el amor y solo eso me mantiene a vuestro lado, el amor.
Deseo que ardáis en mí, en la llama inflamada de mi corazón.
Estáis en una etapa muy especial, ahora los hechos están estancados en apariencia, pero el enemigo de las almas trabaja creando incertidumbres y flojedad, tibieza y desazón, sequedad y desequilibrio, ahora es cuando debéis combatir, no luego, ahora, cuando no os dáis cuenta tal vez de donde viene el golpe, ahora debéis aferraros a mí, ahora debéis defender vuestra fe, ¡ahora!, mirad que ahora es un tiempo precioso y una vez pasado no vuelve, es irrecuperable.
¿Y a qué habéis venido hoy aquí?, ¿qué habéis venido a buscar o a oír que ya no haya sido dicho y esté escrito ya.
Deseo durante este mi mes que se realicen oraciones especiales en honor a mi corazón. Terminado el mes debéis consagrar cada uno de vosotros vuestra familia y vuestros hogares al servicio de la Divina Misericordia, esta devoción se entronizará en cada uno de los hogares que reunidos el último día de este mi mes me invoquéis con alguna oración especial y os pongáis a mi servicio. Dejad que luego Yo os enviaré el trabajo, solamente alistáos para hacerlo y veréis lo que vuestro Dios hace; veréis, veréis cosas que os harán sufrir, ya están próximas y al alcance de la mano. La muerte de muchos está en la balanza, la condenación de otros tantos es una espada que se ciñe sobre la humanidad y vosotros os dejáis cegar por opiniones inteligentes mas faltas de espiritualidad, decid: ¿cuándo el Señor se guió por consejo de los sabios según el mundo? No perdáis la unidad. unidad en los grupos de oración, unidad en las familias, unidad en los matrimonios, entre hermanos, unidad, unidad, unidad.
Sed vosotros flores de la misma planta, sed todos uno en mí.
Habéis traído a mí muchos enfermos en pensamiento y en intenciones mas debéis orar vosotros por ellos si deseáis su salud y sabed os digo hoy y es para más adelante también: la salud física es un don pasajero, aprended a pedir por la conversión de las almas, esa es la auténtica salud y la verdadera vida, lo demás casi no cuenta.
Yo os convoco a vosotros hoy a servirme como instrumentos para llevar mis gracias a esta humanidad.
No os alejéis jamás de la madre Iglesia, ese es el camino seguro.
Vuestra madre y la mía sigue trabajando incansablemente por el mismo motivo. Ya lo he dicho, lo repito y lo repetiré siempre: Obra de Dios es salvación de las almas y la Madre se ocupa siempre de sus hijos y a vosotros también os espera como consagrados a su Corazón, puerta abierta de mis gracias.
Orad, pequeños, veréis cuando el primer Mensaje Universal se haga sentir, desearéis más tiempo para hacer cosas. Iniciad hoy para llegar bien a ese día.
Os bendeciré, ponéos de rodillas.
Vosotros habéis presentado estos objetos para su bendición, el Señor os bendice para que sean portadores de gracia en la medida en que practiquéis la fe, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y a vosotras, almas, os doy mi bendición. Volved a mí y me hallaréis esperándoos a la puerta de vuestra alma, os bendigo y os doy salud y paz según vuestra fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Recibid la fuerza de lo alto, recibid y daréis.
Quedad en paz, vuestro Señor os ampara y vuestra Madre os acompaña. Id en paz.




ANTERIOR     |     SIGUIENTE