Edición Nro. 4
CAPITAL FEDERAL, 28 de mayo de 1988
CENÁCULO MARIA, REINA UNIVERSAL, VOZ DEL CIELO PARA LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS
Qué agradable al Corazón de vuestro Dios es una oración ferviente y sincera, oración que parte de vuestro corazón y que nace de vuestras enormes necesidades, pero no esperéis estar necesitados para recurrir a mí pues todo lo que hay para vosotros está en mi corazón. Todo lo bueno que obtendréis en vuestros años de vida sale de mí y no de otro. No os esforcéis vanamente, esforzáos por las cosas de Dios.
Felices vosotros que amáis a vuestro Señor y que miráis con paciencia vuestros problemas y dificultades diarias, felices vosotros. Si amáis vuestras vidas, practicad mis mandamientos, si queréis vivir verdaderamente aferráos a mi Madre.
Y a vosotros que no creéis os pregunto, ¿hacia dónde va vuestra vida?, ¿en qué terminarán vuestros años?, ¿no habéis entendido aún que todo lo vivido tiene sentido si lo ponéis en mano de vuestro Dios?
Quienes vivís muchas alegrías, agradecedlas; quienes vivís muchas penas, ofrecedlas. Y todos obtendréis más y más de aquello que no se ve, pero que es importante y esencial a la vida del hombre: la gracia santificante, la plenitud del alma, la luz espiritual.
Sé que vuestros razonamientos pueden parecer a veces verdaderos y bien encaminados, mas Yo no razono con vosotros, os amo. ¿Y qué razón pediréis a Quién es loco de amor? Daréis razón de vuestra fe, mas no razón de mi existencia, ni de las obras de mi Espíritu. Y si estoy aquí hoy es por vuestra Madre y por mi misericordia. Mantenéos firmes que la tormenta avanza, manteneos limpios, manteneos santos en intenciones. Dejad vuestra obra en mis manos y haré en cada uno de vosotros una criatura nueva. Solo preocupaos de vuestra salvación.
Aquí os aconsejaré acerca de la forma en que debéis moveros de ahora en más. Os he pedido extensión de vuestros centros de oración y esto se realizará de la siguiente forma: Debéis tomar con cuidado a las personas que deseen hacerlos y reunirse bajo la advocación de la Divina Misericordia para orar por los enfermos. Oración por los enfermos será el primer paso en la fundación de los cenáculos y así lograréis pronta adhesión. Luego la operación de mi gracia os mostrará el camino. No apresuréis el paso si es que Yo vengo despacio. No corráis si Yo camino.
Una vez más el llamado se repite como en todas partes del mundo. Orad y enseñad a orar. He ahí el puente tendido entre el hombre y Dios. Y esta mi Palabra–Obra enseñará eso: oración. Dice el Señor que le agradaría que en todas partes en todos los lugares donde nos reunamos tuviésemos la misma fuerza, la misma vocación de entrega en nuestras oraciones porque eso las hace muy efectivas en cada una de las gracias que estamos pidiendo. Que continuemos la oración y al final va a darnos su bendición para nosotros y para los objetos piadosos.
I San Juan, Cap 2, Vers. 15 al 17
La Luz de mi bendición ilumine vuestros corazones y os mantenga firmes en la Verdad, ahora y hasta el reencuentro en mi Reino.
Sed fieles Yo os acompaño como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Volved en paz. Vuestro Señor ha estado entre vosotros.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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