Edición Nro. 3
Córdoba, 6 de marzo de 1988
CENÁCULO MARÍA, MODELO DE LOS CRISTIANOS
Esta Madre será patrona también de este lugar de oración: “María, modelo de los cristianos”, aprendedlo todo de Ella, aprended a caminar en la fe, aprended a respirar en el amor, aprended a vivir en la lucha continua por vuestra propia conversión, con tal Maestra, no podéis ser reprobados. Entrad en su Corazón y al miraros, la veré, y al verla, os perdonaré, y amaré más aún, pues me abrasa la Llama de Amor de su Corazón y se une al mío, este fuego ardiente del Espíritu Divino que llenará toda la humanidad a través de vosotros, amados hijos, ovejas de mi grey.
Sabed que la Obra del Señor jamás retrocede, antes bien, espera y avanza según lo que vuestro Señor os va mostrando, sed vosotros pilares fundamentales en los cuales puedan apoyarse los hermanos perdidos, sed puentes tendidos a través de los cuales pasen estos hijos que deben volver a la Casa del Padre. Intentad, probad, veréis, Yo os acompañaré.
La fortaleza no se halla en el dinero y las posesiones materiales, la fuerza no viene del poder político o social. la verdad y el amor que vienen de vuestro Dios os darán fuerza; verdad para seáis irrebatibles a los ojos de los hombres; amor, para que no despreciéis aún a vuestros propios enemigos. Orad, velad, pedid, confiad, venid a mí, es un llamado de amor, mirad que la vara para medir está lista, mirad que la medida de peso es la justa y está colocada ya en vuestra balanza, solo falta, solo falta poco tiempo. Sed justos con quién es la justicia, sed amorosos con quién es todo amor, vivid la vida que os propongo y viviréis verdaderamente y por siempre.
Iglesia mía, esposa mía, amada, estos hijos que elijo son los adornos de tu vestido de bodas; ved que se aproxima el momento en que estaremos juntos con todo esplendor y gloria, sin más temor ni tribulaciones. Acepta estas joyas que ofrezco para tu hermosura, no las rechaces, pues son obsequios de amor de tu esposo eterno.
Deseáis la bendición del Señor, deseáis que el Señor os sane, os limpie, os purifique. Sed siempre míos. Aquí desciende el poder del Señor y os da la paz, Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Si Yo estoy con vosotros, quién contra vosotros. Id en Paz, vuestro Señor os ama.
Lectura: Josué, Cap. 8, Vers. 30 al 35.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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