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DEJÁOS MODELAR POR MÍ
Y YO OBRARÉ MARAVILLAS EN VOSOTROS

13 de noviembre de 1987
Cenáculo María, Consuelo de los enfermos

Lectura: Ageo, Cap. 2, Vers. 21 al 24.

Dice Nuestro Señor que no hay que poner tanta cantidad de grabadores que se molestan unos a otros y que no se debe hacer así; solo dos1 y después se pasará,2 dice que por hoy los dejen pero que sepan la próxima porque dice que lo diga bien, porque no quiere que se ofenda nadie, que a veces se presta más atención a como se graba que a lo que se graba. Dice el Señor que ya ha dicho que se debe concurrir a las reuniones en estado de gracia habiendo confesado y en lo posible asistido a la Santa Misa que eso siempre lo tengan en cuenta. Dice el Señor que no se puede estar jugando con las cosas del Señor y no se puede trabajar a dos puntas y dice que lo que otros no ven el Señor si ve y ahora ve y mucho y muchas cosas malas en los corazones y ve mucha desconfianza y ve mucho orgullo y Él sabe lo que guarda cada uno. No -dice- no sean egoístas ni quieran aprovechar solo los beneficios sin entregar nada porque el Señor dice que sino sufriremos todos mucho. En la próxima semana van a decidirse favorablemente varios asuntos importantes, dice el Señor, para la continuación de esta Obra, que todo va en sus manos, que lo dejen actuar, que le den libertad y que pidan mucho, pidan mucho. Dice también que tenemos que tratar de seguir viniendo siempre a todos los cenáculos pues esto es como visitar a nuestra misma familia, no podemos faltar ninguno cuando el Señor está, pues algún día puede ser el último y el que no esté, no entrará. No por decir, Señor, Señor, estaréis en mi Reino, sino por cumplir mis mandatos de amor y misericordia, de oración y de penitencia, de sacrificio voluntario. Os doy las indicaciones para estos tiempos finales, ante los que creen guiadlos a mi Iglesia, ante los que no creen confiad esa necedad a mi misericordia y orad por ellos, ante los que son indiferentes, redoblad vuestros esfuerzos en intenciones escondidas, sacrificios y reemplazos sin que éstos sepan, tal vez en algún momento mi misericordia alcance su corazón; contra los que combaten, dejadlos por mi cuenta, pues el que combate al más pequeño de mis hijos por seguirme, está luchando en mi contra y mi Iglesia lo defenderá también, de eso me hago cargo. No seáis fariseos conmigo porque ya he conocido a otros fariseos y frente a todos los he descubierto, cambiad de corazón, no de aspecto exterior, cambiad vuestro espíritu, no vuestras lenguas y respetad a vuestro Dios con toda vuestra vida y no solo cuando os miran. Dejáos modelar por mí y Yo obraré maravillas en vosotros, pero dejadme hacer, dejadme hacer, dadme entrada hijos míos, dadme entrada a vuestra vidas. Por ti estoy aquí y por ti también y por todos y cada uno, recibid nuevamente la llamada: tú, ven y sígueme. Dice el Señor que luego nos va a dar la bendición y que no nos preocupemos de las cosas materiales, ya lo dijo antes, hasta las cosas materiales están programadas por Él y pensadas y dispuestas, dejemos que actúe su iniciativa, pero que no seamos mezquinos con nuestro tiempo para el Señor. Dice el Señor que ahora cuando recemos la consagración desea que estemos también todos de rodillas y pensando mucho en María, en María Santísima, en la Madre del Cielo en la que nos está ayudando hoy en su día y está participando también Ella en el silencio de la oración y está participando en cada uno de los trabajos que el Señor nos encomienda ayudándonos a cumplirlos y que ¿cómo lo hace?, ¿cuándo lo hace?, eso es todo un misterio que ahora no podemos comprender pero sepamos que Ella está. Que continuemos rezando y luego nos dará la bendición. Quieren ir acercando las cosas para la bendición hasta las manos,3 pero los que no llegan igualmente deben levantarlas y el mismo Señor bendecirá todo. Dice el Señor que estos objetos que va a bendecir ahora llevan especial protección para todos aquellos que los lleven y los usen contra todos los pecados de impureza, cuando deseen librarse de todas esas tentaciones impuras dice que debemos usar estos objetos que se bendicen ahora, y actuarán como protección para nosotros y nos mantendrá firmes en la verdadera castidad. Va a bendecir el Señor y también la Virgen, los dos juntos. Levantemos todos los objetos y vamos rezando el Salve. Ya han dado la bendición a todos los objetos, ahora va a bendecir el Señor a todas las personas que están aquí presentes y les pide una cosa para hoy. Dice el Señor que durante el día de mañana o esta noche hagan un momento de meditación, momento en el cual piensen cómo esta relacionada nuestra vida con el Señor y qué lugar le estamos dando, Él se va a encargar de llevarnos al pensamiento que desea de nosotros pero que nos dispongamos antes de todo eso a cambiar nuestra vida, a cambiar interiormente nuestra actitud frente a los demás. Esto es lo que significa conversión, es cambio, es retorno a la Casa del Señor, Él nos pide que hagamos ésto, alguno de estos días, cuanto antes y que luego hagamos todo lo posible para revertir la situación si es que estamos lejos de Él y acentuar más nuestro compromiso con Él si ya lo estamos haciendo, todo dentro de lo que pide la Santa Madre Iglesia. Y sabed, dice el Señor, que la inspiración divina viene a quién quiere y cómo quiere en el momento que lo desea y para la finalidad que solo el Señor conoce, no intentéis dar órdenes al Señor o seréis despreciados de la Obra. Recibid bendición y paz de vuestro Señor que os ama, os alimenta física y espiritualmente, os viste, os cuida y os espera en el Reino. No perdáis la gracia, no perdáis de vista el sol, no andéis en la oscuridad, venid a mí y conoceréis4 al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Recordad que estáis todos benditos por mí y sois de mi pertenencia confortáos conforme a esto. Recibid paz, mi amor os cubrirá si me dáis entrada en vuestras vidas. Volved a vuestros hogares en paz.


1 grabadores.
2 la cinta.
3 del vidente.
4 bendice.




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