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GRANDES MISIONES OS ESPERAN

14 de agosto de 1987
Cenáculo Jesús y María por la salvación de las almas

Lecturas: San Mateo, Cap. 14, Vers. 13 al 21; Romanos, Cap. 11, Vers. del 1 al 22.

Dice el Señor que todos los que han rezado esta semana el santo rosario ya tienen la gracia que la Madre les concedió de liberar un oprimido, unos por el pecado, otros por el Purgatorio, otros por las enfermedades.
Ya están listos los arcángeles para el trabajo, a su tiempo realizarán lo prometido.1
Sabed que este será el único cenáculo con dos nombres unidos; aquí es “Jesús y María por la Salvación de las Almas”.
Dice el Señor que no se aceptará derramamiento de sangre por cualquier causa, de cualquier tipo, pues ya Él ha entregado la suya por todos. Dice que tengamos paciencia pues la Justicia Divina es superior a la humana, siempre, pues es perfecta.
Hoy habrá tres clases de marca en la frente de ustedes, seguidores, como se los dije en la lectura: injertados en la raíz de la salvación; la marca de la fuerza de Dios, la marca de la Palabra de Dios y la marca de la oración. Recibiréis fuerza para anunciar, valor para dar testimonio y oración continua y fervorosa en apoyo de estos dos trabajos, pues Gabriel, Miguel y Rafael están aquí para cumplir con mis órdenes. Comenzará el trabajo ahora, van a pasar entre ustedes, levantad vuestras frentes.
Sabed que la batalla está en el momento más cruel, el enemigo no perdona errores, no os dejéis vencer, no os dejéis doblegar, no dejéis entrar la tentación, haced guardias de oración, asistios mutuamente, nunca os quedéis sólos, buscad vuestro grupo, buscad vuestro guía, no os quedéis, repito, solos, pues el mundo apremia a aquél que se queda en la soledad.
Hoy habéis rebibido un don especial del Señor, no dejéis que esta marca se borre con vuestra incredulidad, con vuestros pensamientos oscuros y vuestras divagaciones inútiles.
A ustedes amo especialmente y os he reunido aquí, vuestro Dios, vuestro gran Dios os ama, hijos, y os abraza hoy en un abrazo de amor como abrazó la cruz por vuestras faltas.
Recurrid aquí cuando necesitéis de mí y de mi Madre pues desde este lugar se irradia misericordia divina a todo el mundo.
Ahora verán una nueva etapa de crecimiento de esta Obra, comenzará a penetrar en la Jerarquía de la Iglesia con facilidad y será sencillo luego, con ese apoyo, avanzar hacia las almas pecadoras y empedernidas. Grandes misiones os esperan, sed fieles ahora en el anonimato, y luego os buscarán con afán para que les llevéis noticias mías. Portavoces seréis míos, si os sabéis entregar, no faltarán los signos sobrenaturales, no faltará el apoyo del Cielo para su Obra, no faltará el pan para sus hijos y vuestro pan es mi Palabra.
Dice el Señor que le agrada ver que las mujeres están cumpliendo con lo que Él pidió2 y que por eso les va a dar una bendición y protección especial a todas, porque el servidor obediente y fiel merece su pago.
El 13 de octubre debéis programar una reunión con los enfermos.
Dice el Señor que la marca en la frente para mí está hecha por Él y por su Madre. No envidiéis privilegios, pues al que más doy, más exigiré de esa misma gracia.
Continuad orando ya, los arcángeles siguen aquí, Miguel está junto a mí, Gabriel está a la derecha, al fondo, Rafael está a la izquierda, adelante. Han traído con ellos también nueve ángeles más para auxiliar en la tarea de marcar en la frente y para custodiar el cenáculo hoy pues este es un lugar santo,3 orad.

Lectura: Nahum, Cap. 3, Vers. 1 al 19.

Podréis ver que esa profecía se cumplirá pronto, dice el Señor.
La bendición de hoy lleva especial gracia para conversión de los herejes, dice que también vamos a contar con la intercesión de los arcángeles en la bendición. Va a bendecir los objetos.4 Recibid la bendición del Señor que os ama y espera vuestra conversión, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Mi Corazón encuentra sosiego entre ustedes, pues a pesar de vuestros errores, hacéis lo que os pido, continuad agradando a vuestro Señor, la Bienaventurada también os bendice y os espera en este lugar de privilegio. Miguel,5 ve a tu tarea, los demás conmigo.
La paz queda aquí pues aquí habitará siempre. Volved a vuestros hogares con vuestro Señor en el corazón.


1 y 2 12 de agosto de 1987.
3 Por presencia del Señor.
4 durante a la Consagración a María.
5 San Miguel Arcángel.




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