CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Primeros Mensajes desde 1985

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





NO CIERREN SUS PUERTAS A LA GRACIA
Y VERÁN LAS MARAVILLAS DEL SEÑOR

7 de mayo de 1987

Dice Jesús que no hay preámbulos entre viejos conocidos, entre amigos, entre familiares y ustedes y Yo, dice el Señor, ya somos conocidos y amigos y por el bautismo son de mi familia, por eso ahora ya ha dado comienzo mi Palabra entre ustedes, pues no hace falta preámbulos ni presentaciones a los que están en el mismo espíritu.
Aquél que pregunta, ¿hasta cuándo?, debe someterse a la voluntad divina y así, sin saber porqué, estará tranquila cuando el momento haya llegado.
Pedid por vuestros enemigos y por los que os hacen mal y lo desean, pues así lo quiere el Señor.
Las intenciones de hoy subirán rectas hacia mí y si abrís el corazón, verán brillar el sol nuevo, es el anticipo de vuestra resurrección.
La gracia llegará en su momento y os digo que sí, soy Yo, porque soy el que es, aquél que se opone al que es, nunca será.
Oren, la paz irá descendiendo sobre ustedes, pedid, pedid y se os dará, busquen y me encontrarán; golpead a las puertas de mi Divina Misericordia y Yo las abriré de par en par.
Para el que cree, este nacimiento se hace verdad en los corazones y en este misterio, especialmente concederé a ustedes mi nacimiento espiritual que se hace en el portal de vuestra alma.
Realidad es, el Señor vive en ustedes, no cierren sus puertas a la gracia y verán las maravillas del Señor.
Ya he dicho, ahora digo, manejen con cuidado, manejen con respeto las palabras de Dios, pues no es cosa de hombres que el Cielo baje a la tierra a través de los imperfectos, no es cosa de hombres, la salvación es Obra de Dios.
El día 13, la “Señora Vestida de Blanco” volverá a entregar sus dones a todos mis hijos, ese día deseo especialmente que estén presentes los enfermos, pues las bendiciones serán tan grandes que alcanzarán aún a los que no hayan llegado, y a los que invoquen el mensaje de ese día, las mismas gracias serán para ellos, si oran con fe.
¡Sal de ahí, enemigo!, ¡sal de ahí!, ¿aún no te es suficiente?, ¿quieres ver más gloria?, la verás, y si no te basta aún, con esta humilde criatura del Señor, digo, a ti, poderoso dueño de este mundo, te retiras, por mi mano, dice Jesús.
Recuerden, mi Madre estará allí el 13 de mayo y ustedes con Ella, Madre e hijos juntos. Hoy los llamé mi familia, así los reúno en este día. Tened paciencia por lo demás, poco a poco, cuando sea el tiempo, será. Y solo Yo ahora conozco como sigue esta Obra aún en pié, más que nunca.
Acerquen lo que deseen bendecir ahora, así da el Señor a manos llenas a aquellos que piden con confianza.
Así entrega el Señor la fuerza al que se siente débil en su miseria.
Espíritu de fe, fortaleza y verdad, descienda sobre todos estos objetos que están aquí y dé su fuerza para que permanezcan adheridos a la Santa Iglesia de Dios, firmes como roca, roca, que es base, pero que aplasta también al que se opone.
Esto sirve para que sepan que aquí está Pedro y sobre esta piedra estoy afirmando las bases de mi Obra de restauración de los pecadores, pues la mies es mucha, llamo a los segadores que prefiero y él es uno de ellos.
Madre, tus hijos están aquí.
Dice el Señor que por la gracia especial que ha concedido a las manos, bendice todos los objetos presentes y concede una gracia, a quién mañana a lo largo del día, rece los quince misterios del rosario. Él mismo desea dar ahora la bendición sobre las personas. Él da la bendición a los que creen en Él y los unge para la batalla, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
La paz esté con todos y cada uno de ustedes, pues mi amor ya lo tienen por siempre.
13 de mayo, día glorioso para ustedes, mi Madre también dirigirá su palabra ese día.
Podéis terminar vuestras oraciones en paz, pues los ángeles guardianes no permiten intromisión alguna.
Dice San Miguel, ¡aleluya!, y bendito el que oye y obedece los mandatos del Señor, ¡quién como Dios!




ANTERIOR     |     SIGUIENTE