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SI TE INQUIETAS POR MI CERCANÍA
ES QUE TU CORAZÓN NO ESTÁ EN PAZ CONMIGO

26 de marzo de 1987

Dos palabras les dejo hoy, dice Jesús, solo dos palabras, entrega y confianza.
Mi Corazón actúa plenamente en los que hacen realidad mi pedido de confianza.
Quiero servidores sin miedo, quiero servidores atentos a mis pedidos y firmes en las pruebas, suaves con los de conciencia débil, humildes con los poderosos pero pacientes.
Tú sabes que hoy estoy aquí y siempre lo estaré con los que me necesitan por eso has pedido con tanta fe y por eso se te dará lo que pides y aún lo que no pides, porque, confianza es lo que reclamo a mis criaturas.
Mañana, mañana, sarandearé al enemigo muy lejos, él solo quiere alejarlos de mí. Dejen penetrar la luz de mis rayos en sus corazones y las dudas se disiparán como la tormenta. Vean que el horizonte ya se oscurece por las maldades del enemigo, vean que los sembrados son atacados por una peste imparable, solo mis hijos tienen ese poder de detener esa acción con sacrificios, ayunos, penitencia reparatoria, sacramentos frecuentes, santidad en deseos, palabras y obras.
Luchen con especial fuerza ahora, pues el enemigo emplea todas las armas en vuestra contra, dice el Señor, aún esa indiferencia que sientes ahora, está motivada por él, no podrás decir mañana que no te lo advertí, porque te será tenido en cuenta lo que escuchas hoy.
Golpeen y se les abrirá, busquen y hallarán.
Dice Jesús: Te daré la gracia para uno de los tres, luego a dos de los tres, por tu gran fe, pero no habrá tres de tres.
Pidan, pidan, las dos siguientes decenas, por el éxito en los corazones en la venida de mi representante aquí en la tierra, de mi ministro supremo, de mi mismo. Yo amo, acompaño a Juan Pablo II. Pobre de aquél que calumnie sus palabras, porque Yo defenderé lo que él dice en mi nombre, pobre de aquél que no sepa arrodillarse en su presencia,1 porque Yo inclinaré con mi Justicia las cabezas orgullosas de poder.
Bendito el que reconoce la luz que ilumina el camino por el cual quiere llevarlos su Señor.
Sigan su oración y recuerden mis pedidos, solo así obtendrán felicidad aún con lágrimas en los ojos, que tengan paz sus corazones.
Hoy pediste tu prueba y tu prueba es que Yo sé que la has pedido y aquí está, pero, atención, la prueba obliga al cumplirse, pues ahora sabes que es verdad como en el Huerto. ¿A quién buscas?, a Jesús de Nazareth, Yo soy, dije entonces y Yo soy, digo ahora, el que pueda entender que entienda, el que equivoca el camino que regrese, aún hay tiempo.
Si mi presencia inquieta tu corazón y lo fastidia es porque no estás en paz conmigo, piensa, medita a solas en silencio y te lo volveré a repetir, si te inquietas por mi cercanía es que tu corazón no está en paz conmigo, en ti está lo que debes hacer.
La Santísima Madre de Dios también va a bendecir junto con su Hijo a todos los que estamos aquí y pide que se pongan todos de rodillas, pues la bendición es para los hijos humildes y también quedan benditos, dice el Señor, por pedido de su Madre, todos los elementos de culto y de invocación a mi nombre, rosarios, medallas, estampas y sus mismos cuerpos son benditos y de propiedad del Señor.
No apenen al Espíritu que habita en ustedes con pecados carnales y si hasta ahora los han hecho ¿que más dá?, aún hay misericordia para todos.2
Yo los llamo, venid a mí, dice el Señor. Reciban la bendición de Dios todopoderoso, se concedan todos sus anhelos y alcancen la paz en su alma para que puedan vivir fieles al evangelio construyendo en espíritu y en verdad, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El camino de los seguidores está cubierto de espinas. Paz a todos.


1 No frente al hombre, sino frente a su ministerio.
2 No nos desanimemos. Aún podemos recuperar la gracia con la confesión.




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