Primeros Mensajes desde 1985
30 de diciembre de 19851
El pastor que no alimenta a sus ovejas con la verdadera comida, que son mis Palabras, se gana su condenación.
No hay paz en el seno de mi Iglesia, porque el orgullo ha ganado las almas. Yo, el Señor, lo digo: Cambien su alma, arranquen su egoísmo, quemen su orgullo. Solo así me encontrarán.
No hay peor enemigo para Dios que aquél que usa su libertad para negarlo.
Nunca calumnien estos mensajes; ¿qué otro Espíritu podría guiar a mis ovejas perdidas? ¿qué otros podrían guiarlas a mi corral?
¡Raza de víboras! Si actuaran como hablan muchos serían salvados.
Aún se atreven a desafiar la voluntad del Señor con sus teorías humanas. ¿Quién, sino Yo, podría corregirlos? Hombres de poca fe.
Frente a todo el mundo mi Iglesia2 es responsable de que se transmita mi mensaje.
Sigan trabajando, mis hijos más alejados los necesitan para encontrarme.
Lectura: Proverbios, Cap. 9.
En estos días oirán rumores de fuertes luchas y encendidas discusiones. Oren por sus hermanos.
El que recibe mis mensajes me recibe a mí. Ellos son bendición para el alma que los acepta y condenación3 para el que los esconde o niega a su divino autor.
Soy Yo, Dios, el que habla, abran sus oídos.
Bendición y paz para todos.
Lectura: Proverbios, Cap. 24, Vers. 17.
1 Mensajes recibidos en un contexto de hostilidad total hacia la Obra; los integrantes, de escaso número, dudan que hacer y el Señor sale en defensa de la misma con palabras fuertes.
2 Todos los bautizados conforman la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo.
3 La condenación del que esconde no proviene de los Mensajes sino de su intención dañina y premeditada en contra del Espíritu Santo. La negación de Dios no necesita explicación acerca de la condenación que acarrea.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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