26 de junio de 2009
Recordad: cuando todos callen, vosotros debéis hablar; cuando todos abandonen el buen camino, vosotros deberéis permanecer firmes en él. Cuando todos me olviden, vosotros me haréis presente en vuestra vida. Porque para ésto os he llamado y elegido: para que seáis mis Apóstoles de los Últimos Tiempos, el estandarte que precede la gran batalla por la salvación de las almas. Tened paz.
¿No pensáis que os falta poco para encontraron conmigo?... Pues así es, y necesitáis fuerzas. Por eso yo os bendigo. Recibid mi bendición y mi paz para que no abandonéis la senda que habéis comenzado a andar junto a Mí, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén).
Solo con una fuerza especial podréis sobreponeros a estos días: esa fuerza especial os la dará mi gracia y vuestra obediencia. Paz.
Lectura: Apocalipsis, Cap. 10, Vers. 8 al 11.
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