3 de mayo de 2002 | Primer Viernes de mes
Cuando mis palabras no son suficientes, Yo doy mis mensajes con el silencio.
Y sabed que el silencio de Dios es más elocuente que todas las palabras dichas por los hombres. El que pueda entender que entienda. Paz.
Lectura: Gálatas, Cap. 1, Vers. 6 al 9.
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