CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 42

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





¡QUÉ ES, PUES,
TODO ESE BULLICIO EN LOS TEMPLOS!

25 de abril de 1997

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Recordad cuando os he enseñado que mi casa es casa de oración y así debe ser respetada, ¡qué es, pues, todo ese bullicio en los templos!, ¡qué son esos cánticos, aplausos, gritos! ¿Dónde habéis aprendido a alabar al Señor así? ¡Jóvenes!: si deseáis diversión, no os faltan lugares donde el demonio os propone la sensualidad y el desenfreno que tratáis de introducir en mi templo. ¡Ancianos y adultos!: si deseáis un lugar donde encontraros con amigos a conversar, tenéis vuestras casas y vuestras calles, tenéis las plazas, ¿porqué convertís entonces mi santo templo en lugar de conversación? mi casa, es casa de oración... si mi voz desea hacerse sentir a las almas, ¿cómo podrá llegar a ellas en semejante desorden?, ¿cómo podrán las almas fieles encontrarme?, ¿cómo podré hablarles en la intimidad, si las distracciones tienen más importancia que la Liturgia misma dedicada al Señor?
Buscad los Templos donde halláis paz, donde aún la negligencia de mis sacerdotes no ha llegado; donde aún ellos son los que administran correctamente mis gracias. Y si os toca vivir momentos en estos lugares donde no soy respetado, desagraviadme vosotros con vuestra ofrenda, con vuestra oración y vuestro silencio, pues, mi casa es casa de oración; no preguntéis luego porqué muchas gracias no son concedidas, pues ahí está el motivo: los enemigos proponen, los tibios colaboran, los indiferentes callan y participan. No será así como detendréis el Castigo que viene, sino que aceleráis la venida de mi Justicia.
Tened paz, recibid mi bendición, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Yo daré a cada cual la ayuda necesaria para conocerme y seguirme, solo debe pedirme.

Lectura: Hechos de los Apóstoles, Cap. 15, Vers. 1 al 3.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE