CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 42

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SE HALLAN CONSAGRADOS AL DEMONIO

10 de mayo de 1996

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
No os dejéis sorprender por el enemigo, aprended y estad alertas: gran cantidad de aquellos alimentos que recibís en vuestros hogares se hallan consagrados al demonio, y deben ser tratados como tales. Muchos de ellos han sido puestos bajo la protección de la fuerza satánica y afectan gravemente a quienes, por vivir lejos de mi gracia, los reciben. Sed cuidadosos... estos alimentos atacan no solo al cuerpo, sino también a la espiritualidad de quién los recibe, pues al hallarse consagrados al espíritu del mal, su fuerza es ejercida llevando a quienes los toman a los abusos, inclinándolos hacia los pecados capitales. Observad cómo cada día más se dan los excesos de alimento y bebida, y cómo éstos dañan la salud de los que lo reciben, perdiendo el control de sus actos y siendo dominados por esos espíritus, cuya tarea es dañar a quienes reciban estos alimentos consagrados al mal.
Por eso, no toméis alimento ni bebida alguna sin pronunciar sobre él la bendición, exterior o interiormente. De esta manera, su consagración satánica quedará sin efecto, y todo el mal no podrá afectaros. No recibáis alimento ni bebida sin agradecer y bendecir los mismos, os lo repito. Allí está la explicación de muchas conductas, de muchas reacciones, de muchas enfermedades.
Seguid mis consejos, o tarde o temprano lo lamentaréis; no es algo de poca importancia, ya lo veréis.
Yo os bendigo, recibid mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Nada de lo que entra en el hombre es impuro, mas si su alma está impura, lo malo que entra en él, crece y se multiplica hasta destruirlo por completo. No cometáis el error de despreciar mis enseñanzas, como en otro tiempo lo han hecho y lo han lamentado. Paz.

Lectura: Colosenses, Cap. 2, Vers. 4 al 15.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE