CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 41

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





OS CORREGIRÉ
CUANTAS VECES SEA NECESARIO

3 de noviembre de 1995   |   Primer Viernes de mes

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Ningún padre, si verdaderamente ama a sus hijos, deja de aconsejarlos convenientemente a pesar de que éstos hayan pasado su tiempo de niñez, adolescencia y juventud, pues un buen padre siempre siente preocupación por sus hijos. Ningún buen maestro escatimará esfuerzos para seguir enseñando a sus seguidores a pesar de su edad, sin hacer diferencias, puesto que la edad cronológica no es signo de sabiduría.
Como Maestro y Padre vuestro debo continuar enseñándoos en cada uno de mis mensajes pues a pesar de que algunos de vosotros habéis crecido en edad, os mantenéis espiritualmente pequeños en vuestra fe. Es mi deseo que maduréis y os corregiré cuantas veces sea necesario, os agrade o no, pues esa es mi tarea como Maestro y Redentor vuestro: mostraros el verdadero camino, con vuestro agrado o contra vuestro gusto, os seguiré marcando vuestras fallas y continuaré pidiéndoos que pongáis remedio a estos problemas que se suscitan en vuestro interior y que yo conozco muy bien.
Pensad qué compromiso tenéis conmigo y actuad acorde a él. Que vuestros actos, gestos, palabras, iniciativas reflejen en todo momento que sois de mi pertenencia. Conoced y respetad mis enseñanzas y así lograréis crecer interiormente hasta alcanzar vuestra madurez espiritual que os hará tan fuertes que seréis capaces de llevar a otros por el camino de la salvación. Mas si os empeñáis en continuar con vuestros defectos, sin convertiros realmente, ningún fruto lograréis: vuestros años pasarán pero nada ganaréis en ellos.
Yo os bendigo. Recordad que en este día reciben sus ángeles custodios los nuevos cenáculos de oración en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Yo he bendecido y bendeciré aún más estas manos que serán mi instrumento en las cuales invisiblemente se encuentran las marcas que denuncian su pertenencia a mí. Confiad en ellas y obtendréis gracias importantes. Paz.

Lectura: San Mateo, Cap. 27, Vers. 3 al 10.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE