CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 40

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





FELICES LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE OBTENDRÁN MISERICORDIA

17 de marzo de 1995

Mi paz con vosotros, ovejas de mi grey.
¿Cómo os atrevéis a presentaros ante mí con el rencor en vuestros corazones? ¿Cómo pretendéis que os mire con agrado cuando miráis a vuestros hermanos con tan poco interés y amor? Deseáis acaso que os crea cuando decís “¡Señor, os amamos!”, mas no lo demostráis en vuestro trato con aquellos que tenéis más cerca. No os presentéis en mi Santuario con intención de engañarme pues Yo veo los corazones y no vengáis a mí solo por mí sin interesaros por vuestros hermanos.
Sabed bien que es desagradable a mis ojos la desunión que el enemigo siembra y que vosotros mismos fomentáis con vuestras malas actitudes. Y que no son agradables vuestras plegarias cuando en vuestro corazón persiste el ánimo de no perdonar. Si vuestros labios se mueven para recitar oraciones, pero nunca se abren para humillaros pidiendo perdón de nada os vale mi presencia aquí.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Sea esa vuestra meditación de este día. Y no os acerquéis a mi Santuario queriendo huir de mí prontamente, pues Yo no deseo dañaros sino bendeciros. No estoy aquí para quitaros parte de vuestra vida, sino para daros la vida eterna, y aún así huís de mí como de un ladrón que estando en la cárcel se visita y se abandona rápidamente. ¿Así tratáis, pues, a vuestro Señor?, ¿cómo deseáis que Yo os trate, entonces?
Tened paz. Si no aumenta la santidad de vuestras vidas es que no entendéis mis mensajes. Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”)
Que esta bendición fructifique en una profunda y sincera confesión de vuestros pecados y proponeos firmemente no volver a ofenderme ofendiéndoos unos a otros. Paz.

Lectura: Lamentaciones, Cap. 5, Vers. 19 al 22.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE