CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 36

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





VUELVO A DECIROS, ¡ALEGRAOS!

17 de diciembre de 1993

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Veo con mucho agrado vuestros ofrecimientos, cuando presentáis ante mí lo mejor de vosotros, como el justo Abel. Dadme, pues, los mejores frutos de vuestra vida. Pues si solo ofrecéis lo que os sobra o aquello que ya no os sirve, ¿cómo pretendéis que mi mirada se pose sobre tal ofrenda? Dadme de lo bueno que tenéis en vosotros, dadme vuestras horas llenas de buena voluntad para amar y servir, no me deis vuestro tiempo amargo de pensamientos en contra de vuestro prójimo. Dadme, pues, esos instantes de felicidad que os produce dar testimonio de aquella misión que Yo mismo os he encomendado. No me ofrezcáis reclamos, ni acerquéis a mí súplicas para aliviar vuestras cruces, pues estas son las que os harán entrar en el Reino de los Cielos. Vivid en este mundo, mas recordad que no sois de él, porque pertenecéis a mí y a mi Reino. Pasad por este mundo sembrando la misericordia y el amor, aun a costa de dolor y sufrimiento, y muy grande será vuestro premio, Yo el Señor os lo garantizo. He visto, con mis ángeles por testigos, cuanto habéis hecho por agradarme en este tiempo y a todo ello responderé puntualmente con mi bendición sobre vuestras intenciones, como mi instrumento ha pedido, pues su pedido tiene razón frente a vuestro sacrificio, y por ser justo y agradable a mí, lo cumpliré. Pedid, pedid y se os dará a su tiempo y abundantemente. En el próximo cenáculo, traed para bendecir las imágenes que me representan como niño naciendo en el portal de Belén, traedlas aquí y Yo las bendeciré especialmente.
Tened paz, Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
El buen servidor solo esta conforme cuando su amo lo está, el buen amigo solo esta feliz si su amigo lo está, el buen hijo solo puede gozar con la felicidad de su padre. Vosotros, servidores, amigos, hijos míos, ¡alegraos! y vuelvo a deciros, ¡alegráos! porque los triunfos que no véis, son mayores aun de los que veis y todo ésto será tenido en cuenta para cada uno de vosotros según su dedicación. Paz a los corazones limpios.

Lectura: Jeremías, Cap. 25, Vers. 1 al 12.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE