CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 32

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS

30 de abril de 1993

Mi paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Como la luz del sol disipa las tinieblas de la noche así la luz del Espíritu Santo disipará toda duda de vuestros corazones y os mostrará todo el valor que tiene ante los ojos de Dios esta Obra.
Se ha dicho: «por sus frutos los conoceréis»; no hay árbol bueno que produzca de continuo frutos malos, ni árbol malo que continuamente provea frutos buenos, mas ¿cómo sabéis vosotros cuales frutos son buenos o malos?, pues en lo que en apariencia exterior puede parecer bueno, agradable y hasta necesario, puede traeros un mal. Y al contrario, aquello que se os presenta como algo doloroso y a veces repulsivo puede acarrearos un bien. Por eso necesitáis la luz del Santo Espíritu para discernir correctamente, unos frutos de otros y acorde de ellos, utilizar unos y rechazar otros. Orad con insistencia pues el Padre del Cielo no negará la asistencia del Espíritu Santo a quién lo pida. Orad, pues, y solicitad la intercesión de mi Madre. Ella atraerá la presencia del Espíritu Santo a vosotros, estando Ella entre vosotros, Él no podrá dejaros de lado. Pedid, pedid, y se os dará; buscad, buscad y hallaréis; llamad con insistencia y tarde o temprano se os abrirá. Y recordad que no son palabras de hombre sino sentencias de un Dios que vive por siempre y que está pendiente cada minuto de vuestra existencia. Recordadlo, pues, no busquéis otros dioses, ni coloquéis en lugar de Dios aquellas vanidades que de nada sirven en vuestra salvación.
Yo os bendigo que el Espíritu Santo llegue a cada uno de vosotros según vuestras necesidades y merecimientos y os auxilie oportunamente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Luego de todo sufrimiento, Yo os daré paz verdadera. Luego de todo dolor, Yo os daré alivio auténtico; contra toda oscuridad, Yo iluminaré vuestra vida con mi intervención, porque os amo. Paz.

Lectura: Habacuc, Cap. 2, Vers. 1 al 8.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE