CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 31

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





VIVID VUESTRO TIEMPO PENSANDO EN MÍ

29 de mayo de 1992

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Cuán distinto es la forma en que véis vosotros el tiempo que transcurre de aquella forma en que Yo deseo que este tiempo sea vivido. Cuántas veces urgís vosotros mi actuación tratando de forzar esa intervención en vuestro tiempo humano y no sabéis que mi tiempo, el tiempo de vuestro Dios, sabe esperar y es paciente con la seguridad de que ningún minuto pasará en vano pues ningún minuto de vuestra vida está fuera de mi alcance... ¿comprendéis? Vivid vuestro tiempo pensando en mí, buscándome, y lo demás os será dado a su tiempo.
Y no sintáis, por vuestro bien, no sintáis tristeza o nostalgia de haberos separado de alguna de las cosas de las que gozan los mundanos pues allí no hallaréis nada, y aunque ya no viváis como ellos, si deseáis en vuestro corazón volver y lo que único que os detiene es saber que no es de mi agrado y no vuestro amor por mí, entonces vuestra conversión aún no ha comenzado.
Mucho deseo bendecir a todo el mundo desde ésta, mi ciudad (Berazategui). Yo he elegido este sitio, podéis pensar porqué y jamás lo sabréis, podéis decir: «debería ser otro lugar más accesible, más cercano a los grandes centros poblados o más alejado, cerca de las montañas o el mar: ¿porqué, Señor, este lugar?» Yo os digo: No desacreditéis la fama y la honra en mi ciudad pues lo que de ella penséis de mí lo pensáis y os garantizo que veréis cómo Yo defiendo lo que amo.
Sentíos agraciados de pisar esta tierra, sentíos dichosos vosotros que habitáis ésta, mi ciudad, pues en todo el mundo su nombre será conocido por mi presencia aquí y por la obra de mi misericordia.
Tened paz, seguid de cerca los pasos de vuestro Señor y alcanzaréis prontamente sus gracias.
Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Si creéis en mí, creed en mis Palabras; si creéis mis Palabras, ponédlas en práctica. Paz a los corazones sinceros.

Lectura: San Mateo, Cap. 18, Vers. 21 al 35.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE