CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 30

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ESTE TESORO
ES EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN

31 de enero de 1992

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Sabed que tenéis en vuestras manos una carta de triunfo fundamental sobre el enemigo de las almas. Sabed que tenéis a vuestra disposición una forma de lucha rápida y efectiva que os brindará enormes satisfacciones y os ayudará prontamente a crecer como Yo lo deseo. Este tesoro es el sacramento de la confesión. A través de él y solo por él lográis la libertad de las cadenas que el demonio os hace cargar cuando caéis en las tentaciones. Por eso: ¡haced bien vuestras confesiones!, frecuentemente, analizando vuestros actos cada día, con cuidado y esmero pero sin escrúpulos vanos, esto os llevará a tener una idea cabal de vuestros defectos y caídas y buscar en cada uno de los casos el remedio conveniente. Mas a través del mismo sacramento de la confesión, obtendréis fuerza y más fuerza cada vez para no recaer. Si no lo habéis logrado aún, es que vuestras confesiones son deficientes, esforzáos por hacerlas mejor. Id al confesionario con tranquilidad, confiados a mi misericordia, pero con intención de acusaros, no de excusaros, solo así lograréis la paz que este Sacramento trae. Pues bien, allí está, aprovechádla y recordad que la frecuencia de diez días es lo pedido por mí y que puede ayudaros de manera efectiva en estos tiempos en los cuales las tentaciones os rodean y ahogan.
Tened paz, Yo os bendigo, recibid la fuerza para poner por obra mis pedidos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Acudid al tribunal de la misericordia para no caer bajo el peso de la Justicia. Paz.

Lectura: San Mateo, Cap. 27, Vers. 27 al 31.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE