20 de septiembre de 1991
Heme aquí de nuevo en medio vuestro a traeros mis palabras y enseñanzas, a mostraros mi paciencia, a mostraros mi misericordia y amor, para que siguiendo mi ejemplo lo mostréis vosotros al mundo entero.
No digáis: «¡Señor, no te alejes de mí!», sabed que de nadie me alejo sino que sois vosotros mismos los que me dejáis, cambiando vuestra vida por una vida de pecado. No digáis: «¡Señor, dame fuerzas!», porque de continuo os asisto, solo que no sabéis buscar vuestras fuerzas en mí, sino que la buscáis en las criaturas. No digáis: «¡Señor, soy débil!», porque bien lo se y os conozco, mas con criaturas débiles como vosotros he formado mi Iglesia y a lo largo de toda la historia, estas débiles criaturas han ido cambiando su debilidad en fortaleza, por su entrega incondicional a mí. No digáis: «¡Señor, no te olvides de mí», porque a cada uno de vosotros os tengo en mi corazón de continuo; solo necesito que me deis intervención activa en vuestra vida y que no viváis solos, sino en mi compañía con mi consejo, a mi amparo, solo así tendréis una vida verdadera y el valor para dar un testimonio auténtico.
Y es verdad que tengo prisa pues muchas almas aún no han oído la voz de la verdad y la misericordia que clama: ¡Volved a la casa del padre!; tengo prisa, entendedlo, por ejercer en ellas mi oficio de Salvador.
Tened paz, no decaigáis en vuestros esfuerzos, ofrecedlo todo en honor a mí y tendréis un tesoro inapreciable en el Reino. Yo os bendigo, recibid la bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Continuad vuestra oración piadosamente realizada, cuando así lo hacéis, traéis consuelo y reparación por tantas faltas que cometéis y que otros cometen.
Dad a vuestro Dios lo que os pide, sin regatear, sin mezquindad, sin egoísmos, si así lo hacéis, hallaréis la auténtica felicidad, la felicidad de los verdaderos hijos de Dios. Paz a los corazones humildes.
Lectura: I Corintios, Cap. 9, Vers. 1 al 14.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS