CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 28

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SI NO OÍS EL DULCE LLAMADO DEL CIELO,
SI NO ACEPTÁIS LA FIRMEZA
DE LOS PEDIDOS DE MI HIJO JESÚS,
TENDRÉIS CONSECUENCIAS DOLOROSAS

19 de julio de 1991

HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Por vuestra propia voluntad, os habéis consagrados esclavos de esta Madre, que os ha recibido bajo su manto, que hoy me acompaña y desea hablaros. Oíd con atención y entended, pues esta suave voz dice la verdad, luego os bendeciré.

HABLA LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Tened paz, hijos míos.
Mi amantisimo Hijo ha permitido hoy que me dirija a vosotros con plena libertad. Sabed que en muchas partes del mundo, mi voz ha sido acallada, y esto es debido a la falta de perseverancia de aquellos a quienes yo misma he llamado al apostolado. Yo soy, pues, la protectora de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, y la primera en acompañar sus obras, mas no cejéis vosotros en vuestro esfuerzo, pues se acerca para la humanidad una hora dolorosa y oscura. No es mi deseo infundiros temor, sino alentaros a seguir a través de las dificultades.
Amados hijos: si no oís el dulce llamado del Cielo, si no aceptáis la firmeza de los pedidos de mi Hijo Jesús, tendréis consecuencias dolorosas para vosotros y vuestros hijos, pues nada puede hacerse contra la Justicia Divina, cuando el límite está excedido. ¡Aun tenéis tiempo, usadlo bien!
Inclinad vuestras cabezas, pues la bendición que recibiréis de parte de mi Hijo, es por un pedido especial mío, sumamente efectiva, Él hará según mi pedido, en atención a mí, mas vosotros: ¡No nos defraudéis, seguid adelante! Vuestra Madre que os ama, siempre está a vuestro lado.

HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
En el transcurso de esta semana, recordad en vuestra oración de la tres de la tarde, la Hora de mi misericordia, al Santo Padre Juan Pablo II, pues la hora de su cuestionamiento se aproxima, y necesitará de todas las fuerzas para pasar esta prueba que se acerca. Recordadlo, pues, y brindadle vuestra ayuda.
Yo los bendigo, según el pedido de mi Madre Santísima, recibid la fortaleza necesaria, inclinad vuestras cabezas hacia el suelo como señal de humildad y que este signo prevalezca en vuestra vida, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Que la paz habite aquellos corazones dispuestos al sacrificio total.
Continuad vuestra oración, esta vez como agradecimiento a Ella, Reina y Señora, que se aproxima a vosotros y os alienta como Yo.
Mientras oráis, descenderá sobre vosotros mi paz.

Lectura: San Mateo, Cap. 26, Vers. 69 al 75.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE