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Edición Nro. 25

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RECORDAD LAS SEÑALES QUE OS IDENTIFICAN

6 de enero de 1991, ciudad de Berazategui
(Reunión de los Apóstoles de los Últimos Tiempos)

Mi paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Por vez primera en este sitio, bendecido especialmente por mi presencia, recibís mi voz. No podían ser otros aquellos que pusiesen por primera vez sus plantas en este lugar sagrado; doblad, pues, con justicia vuestra rodilla en el interior de este Santuario. Vosotros seréis los encargados de llevar al mundo la novedad: El Señor quiere hacerse presente aquí y desde aquí bendecir a todos los que con justo y recto corazón se acerquen humildemente a pedir las gracias en este sitio, en oración, postrados a sus pies. Seréis vosotros pues los que esparciréis la noticia pues deseo que de todas partes lleguen aquí, deseo hacer de este lugar el centro de irradiación de mi misericordia y vosotros debéis informar a otros, no es un lugar más ni es un lugar común, es un lugar santo donde se gustarán especialmente las cosas de Dios en el silencio y la oración.
Deseo de ahora en más todas las reuniones sean realizadas en este sitio sin excepción y según las condiciones que mi instrumento indique.
Os he llamado también para encargaros una tarea propia de apóstoles, propia de valerosos Apóstoles de los Últimos Tiempos: combatid, luchad y rendid esta ciudad por amor a mis pies. Haced que ella sea prontamente consagrada, poned todos vuestros esfuerzos en ello y os premiaré abundantemente.
Y una advertencia, mucho debéis trabajar para que el número de apóstoles aumente día a día, pues en cuatro años, en cuatro años, recordad, las fuerzas del mal habrán avanzado en manera tal que todo estará enviciado y corrompido, por eso harán falta muchos Apóstoles para hacer frente a las fuerzas del enemigo. Tenéis cuatro años para hacer florecer esta semilla que ahora es árbol del cual vosotros sóis los primeros frutos.
Sacad provecho de mis enseñanzas y no ahorréis energías en seguir mis indicaciones, pues como vosotros confiáis en mí, así deposito Yo hoy mi plena confianza en vosotros. Sabed que en muchas partes del mundo, mensajes y apariciones han ido disminuyendo por responsabilidad de aquellos que al recibirla no han sabido cumplir con firmeza. No seáis así, si Yo estoy con vosotros para indicaros cómo proceder: confiad plenamente y trabajad.
Recordad las señales que os identifican: recepción de la comunión de rodillas, para luchar contra la falta de piedad y respeto al Santísimo Sacramento del Altar, las mujeres con vuestras cabezas cubiertas y el decoro y la modestia en todo momento de vuestra vida, aún en la intimidad. Ancianos y niños unidos también en la oración y los sacrificios, vosotros sois la fuerza silenciosa que al oír mi llamado ha comenzado a reconstruir este mundo y a reconquistarlo para mí, mas deseo que eso sea encarado en primer lugar sobre esta ciudad, vuelvo a repetiros, rendidla amorosamente a mis pies.
Yo os bendigo, obtened la paz y la salud, sed vosotros los primeros beneficiados en vuestra visita a mi Santuario y traed a otros aquí, para que bebiendo del río de agua viva, obtengan las gracias de cuerpo y alma.
Recibid, amados míos, la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Vuestro enemigo está siempre alerta, mas si estáis cerca mío, nada debéis temer.
Tened paz, vivid en paz, construid la paz, sois los mensajeros de mi paz.

Lectura: San Lucas, Cap. 2, Vers. 1 al 20.





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