CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 23

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





YO SOY VUESTRO SAMARITANO

28 de julio de 1990 (Reunión de Enfermos)

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Sabed reconocer la voz que habla a las almas y os llama a retornar al camino del bien. ¿Recordáis pues la parábola del buen samaritano? Como aquel hombre asaltado y golpeado por los bandidos fue atendido por aquel caminante peregrino, pues bien, para eso os llamo. Yo soy vuestro samaritano. El demonio y sus cómplices habían hecho presa de vuestra vida y os habían destruido física y espiritualmente dejándoos a un lado del camino como muertos y así os he encontrado, y así he llegado a vosotros, os he acercado mi misericordia, he sanado vuestras heridas con mi bendición. Os repondré acercándoos al sacramento de la confesión y os daré a beber el agua fresca de mi presencia en la eucaristía y os guardaré en lugar seguro, en aquella posada que a todos recibe y por la cual Yo ya he pagado que es mi Iglesia en cuyo seno me esperaréis hasta mi vuelta. No despreciéis esta oportunidad, no volváis a andar caminos oscuros, no os expongáis ya. Habéis encontrado la luz, quedáos a su lado.
Tengo para vosotros palabras de consuelo y de aliento, consuelo para la situación en la que os encontráis. Sabed que todo está inscripto en mi Voluntad, aliento para sigáis adelante no abandonando las prácticas que os pedí. Llevad a todo el mundo el mensaje del amor de un Dios que se preocupa por cada una sus criaturas y haced que todos a través de vuestra vida me vean. Reconoced la voz que os llama, reconocedla a tiempo, pues poco tiempo hay ya para esta humanidad y aquél que ha hecho oídos sordos pagará por su propio endurecimiento.
Amados míos, si seguís mis consejos viviréis por siempre en mi corazón. Todo os he dado, nada vengo a quitaros, no temáis nada de mí.
Mi paz y mi bendición desciendan sobre vosotros en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Solo lo que hagáis por amor reluce ante los ojos de Dios. Paz.

Lectura: San Mateo, Cap. 26, Vers. 69 al 75.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE