CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 22

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





DIOS O EL MUNDO, ESA ES LA POSIBILIDAD

25 de abril de 1990

Paz a vosotros, ovejas de mi grey.
No os hace nada bien, nunca os lo hará hablar con ligereza de las cosas del mundo o extenderos demasiado en las palabras que pronunciáis.
¿Habéis olvidado acaso que se rendirá cuenta aún por cada palabra pronunciada? ¿Y no sabéis también que lo que sale de la boca del hombre es lo que abunda en su corazón? Examinaos interiormente y aprended, aprended a veros como Yo os veo para poder corregiros.
Vuestros prójimos más cercanos deben ver siempre en vosotros la imagen viva de vuestro Señor al cual decís servir. Aquél que comparte la vida con vosotros, vuestra casa, vuestra mesa, vuestro lecho, no debe en la intimidad tener ninguna queja que presentar frente al Señor sobre vuestro comportamiento. Solo así podréis luego avanzar en la conquista de las almas que habitan todo el mundo, mas si vuestro apostolado parece fervoroso pero en la intimidad continuáis siendo servidores del pecado, ¿para qué os sirve tanto fervor que corre el riesgo de ser un orgullo mal encausado? ¿No sabéis acaso que también existe el orgullo por los bienes espirituales y que es tan dañino como la soberbia por los bienes materiales? Guardaos de esta sutil trampa. Si os lo hubiese dicho desde un principio, tal vez no lo hubieseis visto, mas ahora que habéis avanzado en el tiempo, en las pruebas, en el camino de la cruz, en el seguimiento de vuestro maestro, os digo: revisad bien vuestra conducta íntima, pues de ella daréis estrecha cuenta al Señor, a quién os habla, a la verdad.
Seguid dando el buen combate de aquellos que defienden la fe que han recibido en el día de su bautismo, seguid comportándoos como verdaderos cristianos, seguid dando ejemplo de vida, trabajad en la obras de misericordia según vuestras posibilidades, orad individualmente y en conjunto.
Ved que aprecio más a los caídos en el combate que aquellos que han abandonado la lucha por cobardía o desinterés que en definitiva es frialdad o indecisión.
Dios o el mundo, esa es la posibilidad, Dios o el mundo. ¿Os creéis capaces de romper las cadenas que os atan al mundo, al pecado, a la carne, al demonio? Yo os he abierto las puertas del Cielo, os doy mi misericordia para que obtengáis mis gracias, os llamo, os busco, os bendigo, realizo para vosotros signos evidentes de mi presencia, os enseño y os acompaño ¿qué tenéis que reprochar ahora?
Poco a poco comienzan a verse claro las posiciones diferentes dentro de aquellos que deben comandar mi Iglesia. Vosotros, por vuestra seguridad, debéis mantener siempre una continua fidelidad incondicional a los consejos de mi vicario en la tierra (S.S. Juan Pablo II). Amadlo, pues él sufre por vosotros, ayudadlo, pues él ora por vosotros. Tened paz.
Recibid la bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
No os dejéis deslumbrar por nada que no venga de lo alto, del Espíritu, de la verdad. Mi paz a vosotros.

Lectura: San Mateo, Cap. 7, Vers. 1 al 11.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE