CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 20

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





QUE OS SIRVA DE CONSUELO SABER
QUE COMO HOMBRE HE COMPARTIDO
VUESTROS DOLORES

21 de abril de 1990
REUNIÓN DE ENFERMOS

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Entre vosotros estoy por vuestras necesidades físicas y espirituales, pero sobre todo porque quiero alcanzaros la oportunidad de entrar en mi Reino. Más allá de vuestras limitaciones humanas, buscad la ayuda de mi gracia, por eso estoy aquí y en todas partes donde se me invoca con corazón recto. Mi mano se seguirá extendiendo en bendición sobre aquellos que sufren, sobre aquellos que necesitan y que aún así no se olvidan de amar.
Que os sirva de consuelo saber que como hombre he compartido vuestros dolores y esas enfermedades que os aquejan también en mí han recaído y también he sufrido en mi Cuerpo el flagelo del dolor para dignificarlo y para que aprendáis a no renegar de él, sino a unir vuestros esfuerzos, vuestros dolores a mi Pasión y arrancar frutos abundantes de este Corazón misericordioso que vive pendiente de vosotros y en cuyo seno encontraréis todo, todo lo que necesitáis para ser felices según el plan de Dios.
Amados míos, la humanidad entera necesita de vosotros, necesita de vuestro ejemplo, necesita vuestra perseverancia, necesita que seais focos vivos del amor de Dios a pesar de las contradicciones, a pesar del sufrimiento, pues por encima de todas esas cosas, Yo os sostendré pues sois débiles y por eso mismo en vosotros se manifestará el poder de Dios al soportar y ofrecer vuestra cruz de cada día. No os dejaré jamás solos, con vosotros estaré si vivís acorde a mis mandatos, y no os llamaré siervos inútiles sino amigos y hermanos.
Tened paz, tened paz, amados, reposad vuestros dolores en mí, Yo os bendigo, recibid en abundancia en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Seguid el camino que os he marcado y viviréis la auténtica vida de los hijos de Dios.
Que la paz habite en los corazones que lo reciben con fe.
Mi amor queda entre vosotros.

Lectura: San Lucas, Cap. 8, Vers. 16 al 18.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE