CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 18

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SE ACERCAN HORAS DE TEMOR
PARA TODA LA HUMANIDAD
MAS CON MI GRACIA NO TEMERÉIS

2 de marzo de 1990   |   Primer Viernes de mes
(el Señor convocó a los consagrados como Apóstoles de los Últimos Tiempos)
Cenáculo Nuestra Señora de todas las gracias

La paz a vosotros, ovejas de mi grey.
Hoy os he congregado con motivo especial y con ese mismo especial motivo os bendeciré pues se acercan horas de temor para toda la humanidad, mas con mi gracia no temeréis, se acercan momentos de dolor para todo el mundo, mas con mi bendición superaréis esos trances, se acercan momentos de impiedad y apostasía, mas con mi compañía y amor os mantendréis firmes en la fe y ayudaréis a otros a mantener ese camino verdadero que conduce al Reino.
Tened en cuenta que sois vosotros los Apóstoles de los Últimos Tiempos, la esperanza de esta humanidad perdida. Cada día, luego de comulgar, renovad vuestra consagración a mí, con la sencilla oración: “Jesús, ven a mí... te amo”, y recordad vuestro compromiso. En el silencio y la meditación entraré en vosotros y haré en vosotros la morada de mi Santo Espíritu si os entregáis en plenitud.
Y en las demostraciones públicas de fe debéis ser vosotros, los Apóstoles de los Últimos Tiempos, los que llevéis la vanguardia para que otros según vuestro ejemplo os imiten o al menos admiren vuestro valor y arrojo en el cumplimiento de vuestro deber. Si os consagráis ya no sois cualquier persona, ¡sois míos! y como míos debéis vivir cada instante de vuestra vida, pensadlo bien, no sea que os suceda como aquél que por tres veces negó conocerme y debió llorar amargamente.
¿Estáis dispuestos a comprometeros como Apóstoles de los Últimos Tiempos recibiendo mi bendición y la de mi Santa Madre? si es así responded: «estamos dispuestos, Señor», (los que se comprometen responden: “estamos dispuestos, Señor”), esa misma disposición hallaréis a través de la oración, de los sacramentos, del ayuno, de mi Palabra, de las obras de misericordia, reforzada en cada uno de estos actos.
Yo os bendigo para que cumpláis con fe y fervor la misión de ser luz del mundo y sal de la tierra, recibid en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Sabed que donde uno de vosotros esté, allí está mi Obra, donde un corazón me busque decididamente, allí está vuestro trabajo, id pues y dad fruto en abundancia, así los espero.
Paz a vosotros.

Lectura: Santiago Cap. 5, Vers. 7 al 11.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE