CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 12

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





NO ABANDONÉIS LAS PLEGARIAS
POR LOS MORIBUNDOS

23 de junio de 1989

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Si los ángeles del Cielo están ahora entre vosotros, por legiones y legiones, es porque Yo estoy aquí (se encuentra expuesto el Santísimo Sacramento); si vuestra Santa Madre y la mía, está orando hoy entre vosotros e intercediendo por vuestras súplicas es porque Yo estoy aquí. Si la Serpiente Maligna, enemiga de las almas, huye hacia las tinieblas esperando otra oportunidad para ensañarse con mis hijos: es porque Yo estoy aquí. Vosotros, ¿cómo procederéis?, pues Yo estoy aquí. Y si me preguntáis quién soy os diré: El que soy, El que es, El que era, El que será, porque antes de la Creación, Yo estaba allí con mi Padre y con el Santo Espíritu, Dador de Vida, y quién me oye, oye a mi Padre y oye al Santo Espíritu de Dios que opera en vuestras almas, y quién me busca, busca al Padre y busca al Espíritu Santo, pues las tres Personas formamos un solo Dios y Señor y los tres sabemos de la actuación de cada uno en forma especial y particular, en cada momento. Esa es la relación de amor, aquél que ama está como fundido en el otro, siempre interesado en su forma de proceder, para ayudarlo, para apuntalar su acción, para dar su aporte. Así debéis ser vosotros, como la Santísima Trinidad es ejemplo de perfección en el vínculo de amor, así debéis ser vosotros, apuntando a la perfección, unidos por el amor santo que el Señor infundirá en vosotros si tenéis buena voluntad.
Este mes especialmente dedicado al culto a mi Sagrado Corazón, os he pedido algunos sacrificios especiales y os pido que continuéis con ellos hasta terminar este mes que se me dedica con predilección.
No abandonéis la plegaria por los moribundos, sabed que en el momento de la muerte, en el cual todos vosotros podéis hallaros en cualquier momento de vuestra vida, el demonio, enemigo de la almas, arrecia con sus ataques intentando arrebatar ese destinatario del Cielo como venganza contra mí. Vosotros podéis y debéis proteger a los moribundos, asistiéndolos rápidamente con la asistencia del sacerdote y con vuestra oración, sobre todo aquella Corona a la Divina Misericordia que ya he enseñado y que no repetiré hoy, pues vosotros la conocéis, practicadla. Yo rodearé a los moribundos de mi misericordia y haré de tal forma que mi gracia no permitirá que esta alma se pierda. Realizad esta práctica con amor y veréis los resultados admirables. Yo estoy aquí y os lo digo, Jesús, vuestro Señor: ¿qué más garantía os hace falta?
Tened paz, amigos de mi corazón y predisponeos para la lucha, estad en guardia, orad para no caer, mi asistencia no faltará.
Os bendigo y a vuestras iniciativas que concuerdan con mis santos planes: recibid según vuestra fe, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Si oráis con fe, todo lo alcanzaréis de vuestro Dios.
Paz a vuestros corazones.

Lectura: Jonás, Cap. 4, Vers. 9 al 11.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE