Edición Nro. 10
ESTÉ LLEGANDO A VOSOTROS DE UNA FORMA
TAN ABUNDANTE, LIMPIA, PURA Y FUERTE
HAEDO, 17 de marzo de 1989
COLEGIO EUCARÍSTICO
Muchos creéis una locura que mi palabra esté llegando a vosotros de una forma tan abundante, limpia, pura y fuerte. Muchos creéis que un Dios no puede ocuparse de manera tan perseverante de sus pobres criaturas, que aun, a pesar de su acercamiento, dan vuelta su rostro y miran solo al mundo. ¡Mas es así!, pues la misericordia del Señor abarca mucho más de lo que podáis pensar e imaginar.
Aún hay mucho que decir y que hablar, aún hay mucho que denunciar, aún hay mucho que pedir, aún hay mucho que enseñaros, pues la negligencia de vuestros maestros ha hecho que el Maestro de maestros sea vuestro Maestro ahora y os enseñe, pues no deseo que desviéis vuestro camino, ni que falléis al abrir la puerta de vuestro corazón a otros intereses que no son los de Dios; con mi apoyo y enseñanza y sin apartaros de la Santa Iglesia que por vosotros he fundado, lograréis la meta final: la salvación de vuestras almas.
El enemigo mortal de la gracia es el pecado y de él debéis huir como ya os he dicho y os repito hoy, aún en las ocasiones, pues se comienza por eso: cada ocasión de pecado es un pecado en potencia y si caéis, es por descuidados más que por débiles.
Y no hagáis alarde de una fuerza que no poseéis, porque toda fuerza para vencer el mal os viene de mí, y no querráis porfiar con el demonio, pues a porfía, él es superior a vosotros siempre. Recostáos humildemente en brazos de vuestra Madre, aferráos firmemente de mi mano que se alza para bendeciros, y así, solo así, Yo venceré en ustedes, ovejas de mi grey, y juntos construiremos el Reino.
No perdáis esperanza con ninguno de vuestros pedidos pues son atentamente escuchados por mí y seran concedidos si perseverais con fe mas no tentéis ni tratéis de probar a vuestro Dios o sufriréis más aún de lo que habéis sufrido.
No deseo rostros serios y almas corrompidas, sed sinceros conmigo, sed como Yo, mansos y humildes, y no abandonéis el camino de la Verdad.
Volved a realizar a partir de ahora, durante toda esta semana y la siguiente, los ayunos encadenados para fortalecer el avance de la Obra y la oración también en cadena, ésto cubrirá de gracias vuestro camino y junto con vuestro cumplimiento individual, hará que grandes, grandes gracias se acerquen a esta Obra. No os preocupéis por cuales son sino por conseguirlas con vuestro sacrificio.
La Verdad está aquí, la Verdad os ha hablado, la Verdad soy Yo.
Os bendigo, recibid salud de cuerpo y alma, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Sabed que no hay enemigo tan poderoso que merezca ser temido, si el Señor está de vuestra parte: confiad y veréis, confiad en mí. Tened paz.
Lectura: Ezequiel, Cap. 23, Vers. 32 al 35.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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