Edición Nro. 6
26 de agosto de 1988
Cenáculo María, Reina Universal, voz del Cielo para la salvación de la almas
Lectura: Hechos de los Apóstoles, Cap. 5, Vers. 34 al 41.
Bendito sea por siempre todo aquél que escucha la palabra de su Señor y la pone en práctica.
Bendito aquél que respeta los canales que Dios ha santificado y que no se guía por sus míseros ojos humanos sino por su espíritu elevado en oración y en estado de gracia.
Para juzgar hay que ser valiente y sincero y sobre todo espiritual. Juzgad vosotros ahora: ¿Cómo véis que está el mundo? He entregado el timón de este mundo en manos de aquél que por orgullo ha renegado de mí y ved lo que hace, ved cómo se comporta. Esta barca a la deriva, es el mundo, azotada por vientos de tentación de un lado a otro, por insidias. Es pavoroso ver cuantos hijos naufragan en esta tempestad y cuantos se pierden para no volver jamás. Y observad ahora, la Barca de Pedro, plantada en medio del mismo temporal, mantiene su timón firme, pues en ésta, en esta Barca, viaja vuestro Señor, y podrán ser fuertes los vientos de tentaciones e insidias, podrán elevarse las olas amenazando arrastraros mas Yo con un gesto de mi mano puedo elevaros hacia mí y manteneros así para que veáis que os amo.
Lleno está el aire de palabras, amor, amor, amor, predica el mundo, lleno está el mundo de frases, mas Yo os digo algo: Quién no sufra por mí no me ama y ya he dignificado el dolor desde la cruz pues no hay dolor inútil si es ofrecido, ¿de donde creéis vosotros que surjen todas las gracias?, de aquellos que se ofrecen en expiación y completan en su carne lo que falta a mi Pasión en estos tiempos. No por que ella sea un sacrificio incompleto sino que los pecados del mundo se elevan cada vez más alto. Y aquellos que quieren practicar la virtud no encuentran el más mínimo espacio para vivir así.
Y aún la misericordia está abierta a todos vosotros, hijos predilectos, a todos los que oís estas palabras os llamo. Si el camino está abierto ¿Porqué no entráis a mi corazón? No os hacen falta grandes empresas, no os hacen falta grandes organizaciones, podéis prescindir de todo, solo os hace falta mi gracia y vuestro compromiso voluntario. Por lo demás dad por hecho cualquier cosa que me pidáis. Nada se le niega a aquél que ama.
Pronto dije que deberíais comenzar obras de misericordia corporales y ya os marqué que las espirituales están conformadas a través de la oración y los sacrificios voluntarios, ayunos, sacramentos. Ahora estas obras de misericordia físicas requieren de vuestro empeño hacia vuestros hermanos necesitados: enfermos, pecadores, hambrientos, desvalidos, sufrientes por la injusticia. Todos ellos necesitan vuestro apoyo en dos sentidos: el espiritual de vuestra oración acerca de lo cual hemos hablado largo tiempo hasta hoy. Y el físico: buscad los medios con palabras y obras de alentarlos a seguir el camino de la Fe. Ya os dije que el Enemigo quiere bajo todo punto de vista alejaros de la fe. Entonces al descubrir de esta forma sus planes, vosotros debéis trabajar en su contra sobre su mismo terreno. Donde él destruye construiréis vosotros, con mi apoyo y respaldo, con mi gracia actuando. No os pido que hagáis más allá de lo que vosotros podéis más muchos os habéis mantenido quietos, inactivos. Apeteced las obras de la misericordia que son fruto jugoso, son premio de vida eterna. Y ved en el que sufre a aquél que por vosotros sufrió, solo así entenderéis lo mucho que el Señor os da. Cada latido de vuestro corazón, cada compás de vuestra respiración, cada movimiento de vuestros órganos, todos vuestros sentimientos y pensamientos, todo os ha sido dado gratuitamente. Por eso no os apesadumbréis por los malestares pasajeros pues todo pasará más mis promesas siguen firmes. El Cielo existe y de allí he venido a buscaros una vez más. Por vuestro bien: oíd la voz del que llama.
Recibid bendición y paz de Quién os ama, vosotros y vuestros objetos piadosos. La bendición y la paz para vosotros, hijos amados. Yo os sano en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Preparad con mucho empeño, vuestra primer vigilia de oración, ese día las bendiciones serán muy grandes para todos los que participen.
Tened paz, todo marcha como lo he pensado para vosotros.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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