CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 3

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SOLO YO SE CUANTO LOGRARÉIS DE MÍ

Mendoza, 10 de marzo de 1988
CENÁCULO MARIA, ESPOSA DEL ESPÍRITU SANTO

Dice Nuestro Señor que deben confiar con toda seguridad en su presencia en la Santa Madre Iglesia y en sus instrumentos elegidos.
Este lugar el Señor quiere llamarlo “María, esposa del Espíritu Santo”.
A vosotros que os habéis congregado hoy aquí, os advierto hijos míos, los lobos rondan mi rebaño y vosotros debéis defenderlo, no confiéis solo en vuestras fuerzas, acudid a mi Madre y Ella os auxiliará, entregaos plenamente a mi servicio en pensamiento, palabra y obra y Yo os premiaré como hasta ahora.
Sabed que vuestro apostolado, deseo sea más activo, hoy he utilizado este canal extraordinario de gracia para vosotros, para uniros a todos en el Corazón Inmaculado de mi Madre, Ella, como esposa del Espíritu Santo, os otorgará de Él los dones necesarios para sobreponeros a vuestras miserias y continuar el largo y penoso camino de esta vida, pero sabed que vuestras penas y dolores, ofrecidos a mí por amor, os atraerán enormes gracias.
Oíd si habéis venido a juzgar, pues Yo juzgaré último, oíd si habéis venido a criticar, Yo defenderé mi Obra, oíd si habéis venido a oír, cumplid para haber oído bien.
Llenaos de mi gracia, os bendigo, os doy la paz, a vosotros que os habéis reunido con amor por mí, sabed que aún estáis a tiempo de volver, no os perdáis en ese mundo pervertido, mantenéos encadenados a mi corazón a través de la gracia que desciende por los sacramentos.
Os bendigo, os doy la paz y desciende sobre vosotros la misericordia de mi corazón, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Solo Yo sé cuánto lograréis de mí, no pongáis límites a vuestra fe y confianza.
Mi ángel queda aquí. Id en paz.

Lectura: Isaías, Cap. 37, Vers. 35 al 37.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE