CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Primeros Mensajes desde 1985

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





POBRE DE AQUÉL QUE NO VELA
EN POS DE SU SALVACIÓN

La Plata, 6 de noviembre de 1987
Cenáculo Nuestra Señora de todas las gracias

Lectura: San Marcos, Cap. 16, Vers. 12 al 20.

Oíd a vuestro Señor, ¡oh, hijos!, cuán difícil se hace a vuestro mismísimo Dios penetrar vuestros endurecidos corazones y que mal hace a mi corazón vuestra porfía en no ceder parte de vuestro orgullo en beneficio de la salvación de vuestra alma, si continuáis en esta forma de endurecimiento, no obtendréis más gracia de mi mano sino solo Justicia.
Y tú, ciudad1 que resistes a mis enviados y te burlas de mis apóstoles y ríes de quienes te llaman la atención en mi nombre, si no comprendes ahora por el buen camino de la palabra y los milagros, entenderás luego pero tardíamente por el camino de la Justicia y las pruebas dolorosas. Si, estoy, dice el Señor, contradecido en esta ciudad, contradecido por sus impurezas, contradecido por su falsedad, contradecido por su interés mezquino en aprovechar y no entregarse. Y ustedes, mis fieles, no os desaniméis, recordad, aún en Sodoma y Gomorra se han encontrado fieles que han sido salvados de mi mano, también aquí, bien podéis ser vosotros si os mantenéis firmes, los fieles que os salvaréis.
Pobre de aquél, dice vuestro Señor, pobre de aquél, que ahora se aleja voluntariamente de mi Palabra, pobre de aquél que no vela en pos de su salvación, porque tarde será más adelante para gritar, llorar y gemir, tarde será para obtener misericordia a la hora de la Justicia. Y ves, ves tú, que derrocho aún mi misericordia en bendiciones que pueden hasta parecer inútiles y es porque os estoy dando una oportunidad más. Orad, orad sin descanso, solo así obtendréis paz. Todo aquél que mañana me invoque, luego de participar de la Santa Misa recibirá paz en su corazón. Voy a bendecir ahora estos objetos y serán portadores de una gracia especial, aquellos que con fe los lleven obtendrán la virtud de la oración.
Tú, ciudad impura, que me niegas a tus hijos egoístamente, te conmino a que te conviertas o perecerás, es advertencia del Cielo sobre ti y pesan tus pecados más que todas las montañas, aprovecha la misericordia, ciudad prostituida, si vuelves a mí te perdonaré y si me enfrentas te aplastaré, pues tus legiones demoníacas nada son frente a la gracia de uno solo de mis hijos fieles.
A vosotros os bendigo y os doy la protección, pues el enemigo, rechina los dientes contra vosotros, mas no permitiré que se acerque más de lo que está en mis planes.
Os bendigo y doy la paz en el nombre, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Vuelve a repetir, el Señor, que todo aquél que le molestan sus palabras y que le inquietan o le son indiferentes los momentos en que Él está o que se resisten a creer en su presencia verdadera entre sus hijos que rezan, esto se debe a que su corazón no lo tienen en paz con Él, no tienen debidamente arregladas las cuentas con Él, dice el Señor, y lo dice más claramente: no confian en mí.
Aunque, Yo, dice el Señor, haré todo para que retornen a mi lado, temo que aún así el intento sea inútil, pues hay que nacer de nuevo para seguir al Señor.
Como obra de misericordia, ha hablado vuestro Señor, agradeced su presencia y orad siempre con renovado fervor. Id en paz.


1 La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina.




ANTERIOR     |     SIGUIENTE