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HAY QUIENES USANDO LA PALABRA DE DIOS
ALEJAN A LAS PERSONAS DE LA SANTA IGLESIA

Berazategui, 25 de septiembre de 1987
Cenáculo María, alivio de los enfermos

Lectura: San Lucas, Cap. 6, vers. 27 al 35.

Hay una primer gracia para el día de hoy, va a dar el Señor una oportunidad hoy, dando su nombre a este lugar, será de hoy en más, “María, alivio de los enfermos”; pero, dice el Señor que prestemos atención que hay que hacer mucho más de lo que se ha hecho y hay que dedicarse mucho más de lo que se ha dedicado y aunque esté el nombre y aunque esté el ángel, la gracia, no desciende si no están unidos en oración. Y aquí los quiero unidos en la oración... Ahí está Nuestra Señora del Rosario... si... única vez1, dice el Señor, no te corresponde, dice el Señor... a estos si les corresponde saber2. Hoy dice que, Jesús Niño en brazos de su Mamá, va a ser el que también nos va a bendecir; los objetos llevarán la virtud de inclinar a los que los lleven y recen con ellos, hacia la pureza.
Va a decir el Señor algo:
Oíd la voz que habla a los corazones: habéis oído en este misterio3 cómo ora el ángel guardián de vuestro elegido, ha estado él entre ustedes, personalmente, asistiendo vuestra oración, así será en cada uno de vosotros si recurrís a ellos, vuestros ángeles custodios están a vuestras órdenes para mi servicio, para vuestra salvación.
Sabed que el Señor siempre cumple lo que promete, y si he prometido bendición en cada lugar la daré; aquí la bendición es anticipada, pero también compromete a que hagáis un esfuerzo sincero en mantener esta gracia que significa tener un ángel guardián en vuestro hogar.
Podría bajar una estrella desde los cielos y colocarla en medio de la ciudad y aún así no creerías; podría trasladar las montañas por los aires y colocarlas sobre las nubes y aún así os pondríais a pensar en la explicación de estos hechos, por eso he optado, y siempre lo he hecho así, por la sencillez y la humildad y en muchos casos un anonimato que parecería destructivo, pero que a la larga construye más que toda la propaganda que se pudiese hacer.
Confiad más en mí, esperadlo todo en mi corazón, calentad vuestro frío de alma en las llamas que arden en mi pecho. Nadie es demasiado viejo, ni está demasiado lejos, ni es demasiado tarde, ni ha caído demasiado bajo, ni se ha enfriado demasiado como para que no lo alcance mi misericordia. Orad esta semana nuevamente frente a los sagrarios, pues muchos de vosotros no lo habéis hecho, recitad vuestro Padrenuestro... conmigo, en mi presencia, meditando cada palabra y me sentiréis dentro vuestro.
Dice el Señor que sigamos también pendientes de nuestras oraciones por la paz, no las abandonemos, que hay ahora más peligro que antes y que esto se acrecienta sin que sepamos.
Dice el Señor que ha salvado al Santo Padre de los atentados físicos, pero, que los atentados ideológicos, son mucho más fuertes y forman una cadena de destrucción, que se está fortaleciendo en la debilidad de los sacerdotes y Obispos y religiosas y laicos que desean libertinaje y “democracia” dentro de la Santa Iglesia, cuya única organización, responde a la salvación de las almas y por lo cual es diferente a cualquier otra, que nosotros mismos estamos atentando también cuando no defendemos al Jefe de nuestra Iglesia, tanto sea local, en nuestros sacerdotes, como Obispos y nuestro Santo Padre.
Hay un hombre con una cruz a cuestas, pero no es Jesús, está de costado y no se le ve la cara, son distintas personas, la cruz es siempre igual pero las personas que la llevan van cambiando, una y otra cambian, pero son todos hombres, no hay ahí mujeres, yo no vi, por lo menos.
Dice el Señor que los que llevan las cruces eran los fundadores de las distintas Ordenes y Congregaciones que han tenido que soportar dolores y sufrimientos, para lograr el fruto de la Redención para tantas almas y también son los distintos Papas que han santificado su vida en el dolor, ofreciéndose en sacrificio por mantener la unidad de la Iglesia. Dice el Señor que invita a todos a que tomemos ejemplo de estas cruces, que esa cruz que nos toca a cada uno, es igual a esa que se ve. Dice que la cruz más grande la lleva el Santo Padre y veamos como lo hace, ¿pero él se ríe?; dice el Señor que es porque la lleva con gusto, con alegría, porque sabe que sirve, el Santo Padre está... como si fuera Jesús, solamente con otra vestimenta y el pobre se ve tan aplastado bajo esa cruz tan enorme que casi no la puede llevar, va arrastrando la parte de atrás y por lo que se ve está solo, pero se lo ve bien, está alegre, está... un poco... tiene sudor en la cara... y está con su ropa de celebrar la misa, pero está haciendo mucha fuerza por llevar eso, yo nunca vi eso... si, dice el Señor que ahora vamos a hablar de algo diferente.
Dice que ha habido gente y hay que usando la Palabra de Dios aleja las personas de la Santa Iglesia, y ha habido gente y hay, que caprichosamente cambia partes de su Palabra, y ha habido gente y hay, aún dentro de la Iglesia, que usa el Santo Libro de la Palabra de Dios para presionar al pueblo según sus intereses... que tengan cuidado los que creen que pueden usar la boca del Señor para decir lo que ellos pretenden, porque Yo estaré, dice el Señor, Dios de Cielo y tierra, estaré allí frente a ellos, para desenmascararlos, palabra por palabra pues la verdad no se tuerce jamás, ni se puede ocultar. La Verdad triunfa siempre, aún a través de los tiempos y todo intento por cambiar la voluntad del Señor en voluntad humana, está signado por el fracaso. Por eso he dicho, nunca el enemigo triunfará sobre mi Iglesia, mi verdadera Iglesia, fundada en mis palabras, base y columnas de la Redención. Sabed apreciar el valor de la divina palabra escrita.
Dice el Señor que continuemos con la oración, que luego va a dar la bendición.
Ahí está, la Virgen, otra vez, desde los brazos de su Madre van a bendecir juntos.
Dice el Señor que se sientan nombrados cuando conozcan los mensajes de su Madre para este día.
¿Quién va a oponerse a que Yo hable a mis ovejas como lo deseo?, ¿y quién va a recriminar al Señor por atender a sus vasallos?, ¿y quién va a señalar a Vuestro Dios con el dedo, acusándolo de ser excesivamente bueno?, pues más vale infinita misericordia que solo algunas gotas de Justicia, pues si no la conocéis, no pidáis conocerla, demasiado grave es en su realidad y dolorosa para ustedes, criaturas mías imperfectas, mas ahora quiero ser bueno con ustedes y ¿quién me pedirá cuentas por realizar maravillas sobre vuestras almas? Dejadme sentir Padre entre mis hijos, dejadme sentir hermano entre mis hermanos, dejadme volver a sentirme Pastor en mi rebaño, pues por siempre ustedes, bautizados, sois mi rebaño. Sabéis que tenéis sobre vosotros la señal del Cordero, inextinguible hasta el fin de los días; responded a esta señal que es señal de humildad, mansedumbre, sencillez, castidad.
Meditad, meditad ahora en mi Pasión, pues esta cruz en la cual he sido enclavado os sirve de escalera a los Cielos si sabéis aprovecharla. Pensad en mí, hijos, pensad en mí enclavado por vuestra ingratitud y cambiad, cambiad de actitud, frente a las pruebas de todos los días, frente a las mismas personas, frente a las mismas familias, en el mismo trabajo, pero esta vez con Jesús Crucificado por delante, vedme crucificado en vuestras puertas, vedme crucificado en vuestras casas, vedme crucificado en cada hermano que sufre y así me veréis glorioso. También en los que os bendicen y me veréis glorioso en mis ministros y me veréis glorioso en quienes portan mi Palabra4 aún indignamente. Y me encontraréis glorioso en vuestro interior al recibirme en ese sacramento de misericordia que es la eucaristía. Meditad la Pasión, hijos; y a fuerza de meditar, vividla para gozar del Cielo.
Va a dar la bendición el Señor; primero para estos objetos... que acerquen la Virgen, el Señor dice, que acerquen esa Virgen5, esa Virgen6...
Bendición a ti, seréis imagen viva de la presencia de mi Madre entre ustedes.
Recitamos el Salve mientras el Señor bendice los objetos.
Bendición a las personas:
Vosotros, hombres, sabed que vuestro Dios vive, vosotros, cristianos, sabed que vuestro Cristo camina delante de vosotros. Vosotros, fieles, el que es fiel está aquí y bendice, recibid según vuestra fe la bendición que el Señor da por su enorme misericordia, os bendigo y os sano de vuestras enfermedades en el nombre del Padre, en mi nombre, Hijo y Espíritu Santo.
La paz del Dios de la misericordia y el amor inunde vuestros corazones.
Venced la necedad del mundo con oración y sacrificios y sabed que en vuestra debilidad se muestra la suprema fuerza del Creador.
7 has sido asignado como ángel custodio de este lugar, debes inducir a esta familia a la oración, cumple con esta inspiración en ellos para que obtengan las gracias de mi mano, confío el éxito de esta empresa a tu perseverancia. Mantenedme al tanto de sus progresos.
Vuestro Dios ha hablado, vuestro Señor ha estado aquí, su Palabra deja huella en cada corazón, sembrad en ella la semilla del amor para que crezca como Brote Nuevo. Id en Paz.

1 que la veo.
2 lo que va a decir.
3 del Santo Rosario.
4 los que reciben mensajes del Cielo.
5 una imagen tallada en madera traída para bendecir.
6 coloca su mano sobre la imagen.
7 se dirige el Señor al ángel guardián del cenáculo.




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