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EL MUNDO NO HALLARÁ PAZ
HASTA QUE NO SE VUELVA POR COMPLETO
A MI MISERICORDIA

La Plata, 4 de septiembre de 1987
Cenáculo Nuestra Señora de Todas las Gracias

Dice el Señor que le agrada ver que han estado alabando a su Madre con mucha firmeza y devoción en estos días y que todas las oraciones que han hecho han tenido su mérito a sus ojos.
Dice el Señor que cada lugar que ocupamos es irreemplazable y que cada uno de nosotros tiene su misión que cumplir pero que todos hacen falta en la Obra del Señor.
(Visión) Está mostrando ahora, es la Virgen que trae en una canasta muchas rosas color rojo, Ella las está poniendo y mostrando y dice el Señor que son las gracias que trae Ella hoy para concedernos si hacemos bien nuestras oraciones y también está mostrando una cruz y una medalla y también un escapulario y dice que no dejemos de usar esos signos, esos símbolos, que representan su presencia real y verdadera, en cada uno de nosotros.
El Señor quiere decir una cosa Él mismo para que todos oigamos: Oíd, ustedes, oíd ovejas, oíd la voz del que os ama y os busca desde este mundo. Sabed que os necesito para salvar a vuestros hermanos, para que seáis canales de mi gracia y portadores de mi Palabra, os llamo a colaborar en la salvación de este pervertido mundo.
No os dejéis amedrentar en las pruebas, no os dejéis doblegar por las malas intenciones de quienes os rodean y sobre todo no os conforméis con vuestro estado, buscad siempre más y más en el acercamiento a mí. Insistid sobre aquellos pecados que más os aquejan, poniendo voluntad de vuestra parte y acudiendo a mis gracias y Yo os iré modelando a mi modo, al modo del Señor. Seréis solo entonces total creación de mis manos.
Hay entre vosotros algunos que no piensan con seriedad en mi llamado y que prefieren los bienes pasajeros a la vida eterna, para ellos digo, donde está vuestra riqueza allí está vuestro corazón.
Sabed que este mundo está viviendo ahora su purificación total, vosotros también si queréis seguirme debéis pasar por ella y hay dos formas, aceptándola, abrazándola por amor a mí o renegando de esta purificación rechazando vuestra propia cruz que equivale a hacerse llamar “enemigo del Señor”.
Y no os dejéis adormecer, vuestras conciencias deben estar siempre vivas, recordadles mis palabras, anteriores y actuales, vertid lágrimas, pequeñas, vertid lágrimas por vuestros pecados.
En esta próxima semana os haré un pedido, volved a cubrir con ayunos de lunes a viernes poniendo como especial intención a las religiosas y consagrados a mí que están sufriendo también los duros combates del enemigo.
Y os repito algo que ya conocéis, el mundo no hallará paz hasta que no se vuelva por completo a mi misericordia.
Dice el Señor que busquemos en cada día un momento de retiro, de elevación espiritual, de contacto con Él, y Él se seguirá haciendo presente en nosotros. Que hagamos con fuerza el pedido de hacer oración, en especial el de hacer un misterio del rosario con los brazos en cruz y en esta ciudad1 especialmente a los jóvenes.
Dice el Señor que la sensualidad sigue invadiendo todo a través de los distintos medios, que tratemos de evitar que eso suceda en nuestras familias porque esta invasión puede ser el principio del fin.
Que repite una vez más lo pernicioso que resulta la televisión en los hogares, es para reafirmar un pedido que ya ha sido hecho pero que muy pocos cumplen bajo distintas excusas, y el Señor está muy serio y dice: Yo he hecho un pedido y si queréis cumplirlo no pongáis excusas de por medio.
Dice que todo eso se debe a la falta de conversión de vuestros corazones pues debemos profundizar más en nuestra espiritualidad aprendiendo de nuestra Mamá, aprendiendo de la Virgen. Y el Señor dice y no olvidéis el santo rosario.
Dice el Señor que el que realmente quiera estar a su lado que no tema que el que realmente quiera acercarse a Él que no tenga miedo, que se presente abiertamente, pues Él ve el alma pero que nada exime de los sacramentos, en especial el del perdón de los pecados y de la obediencia a la Santa Madre Iglesia, en especial del Papa.
(Visión) Ahí está, es Rosa Mystica que está ahí arriba y se está sacando su rosa color blanco y la está mostrando y hay a sus pies un ángel que según lo que el Señor me dice será el encargado de acercarle a Ella nuestros pedidos de hoy para que Ella los presente frente al Señor.
Dice el Señor que en este mundo hay muchas cosas difíciles pero que lo que más cuesta es dominar el orgullo, el amor propio, la vanidad y cuando de esto se trata el enemigo pone en juego todas sus artes.
Sepamos retornar al Señor. Dice el Señor que esto lo dice para todos y para algunos en especial. Dice que recemos y que recemos bien porque nosotros estamos aquí reunidos para estar a su lado, pero que también en otros lugares hay quienes están reunidos para hacer el mal, y mucho mal y muy fuerte. Por eso hay que orar con mucha fuerza. Dice el Señor que continuemos la oración y luego nos bendecirá especialmente.

Lectura: Hechos de los Apóstoles, Cap. 20, Vers. 28.

Va a bendecir ahora el Señor los objetos que son utilizados para el culto, también aquellos que cada uno tiene consigo. Mientras Él bendice dice que recemos juntos el Salve a la Santísima Virgen.
El Señor va a decir algo para todos: Hijos míos, nacidos de mi misericordia, sabed que la pesada espada de la Justicia pesa sobre la humanidad y que la balanza se inclina fuertemente hacia el mal. Debéis vosotros con vuestras oraciones, penitencias, sacrificios, reparaciones, sacramentos, aliviar este exceso de maldad que oprime al mundo. Y sabed que cada oración es oída y que cada esfuerzo vale, siempre que hagáis una auténtica apertura del corazón. Ahora os bendeciré, poneos de rodillas.
A todo aquél que me siga le mostraré una vida nueva, la verdadera vida, la vida de hijos de Dios. Yo, el Señor, os bendigo para vuestra salud en cuerpo y alma, acrecentad vuestra fe en el Padre, animaos en el seguimiento del Hijo y mantenéos atentos a las sublimes inspiraciones del Espíritu Santo.
Debéis trabajar sobre todo en vuestro testimonio frente al mundo pues ya es hora de que mostréis hasta donde mi Palabra os ha penetrado. Todo el amor de mi corazón se derrama sobre ustedes, pues el Señor nunca os dejará huérfanos. Idos en paz y meditad, solo así lograréis una perfecta armonía de espíritu con vuestro Dios. Paz a ustedes.


1 ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina.




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