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NO HAY DOCTRINA HUMANA
QUE SUPERE EL SOPLO DEL ESPÍRITU DIVINO

15 de agosto de 1987
Asunción de la Santísima Virgen

Estad atentos, dice Nuestro Señor, mas no temáis. Es muy significativo esta forma en que ustedes conocen cuando el Señor se va a hacer presente y hablar. Os habéis dado cuenta enseguida cuando Yo estaba aquí y eso es lo que habéis adquirido en estas reuniones de oración, una afinidad en mi presencia, un percibir al Señor, que no se adquiere en ningún otro lugar mas que a su lado, ¿os parece poco?, más adelante iréis aprendiendo a percibir mi presencia también en el exterior y así me veréis y oiréis en todas partes, pues esto es un don reservado a los que me siguen, pero os baste por ahora saber que estoy aquí. Recordad las palabras: “muchos quisieron oír y no han oído”.
No siempre el instrumento responde bien pero Yo me encargo de componerlo cuando es necesario y no está en ustedes ver como funciona sino lo que transmite.
Dice el Señor que deja a criterio de nosotros la organización de la “Reunión de los Enfermos” y que confía en la fidelidad a su pedido para que la concretemos, que el apoyo y la gracia, no faltarán, que aclaremos bien que es una reunión de oración y bendición, no curación porque la curación física es secundaria, es más importante la bendición para el espíritu que puede hacer que el enfermo retome otro camino y que esa enfermedad sea entonces motivo de santificación para él y para otros.
Dice que sepamos comprender que va aumentando la cantidad de personas que asisten a los grupos para que las que los reciben tengan paciencia si es que no disponen de suficiente lugar. Esta etapa, dice, que debe ser así, pero que ya después va a cambiar.
Dice que por la fidelidad que han mantenido hasta esta hora, esperando la llegada, mi llegada, que el Señor a todos los que están los va a tener adheridos de una forma muy especial a esta Obra y que van a participar también de una forma especial en sus gracias, aunque en un futuro no puedan llegarse a algunas de las reuniones, que una de ellas ya la tienen y es su presencia, que por ser hoy el día de la Fiesta de su Mamá va a bendecir Ella los objetos al final del cenáculo y que va a venir Ella con sus ángeles, que Ella va a poner sus manos hoy sobre todos los objetos para bendecir y que van a tener la gracia de auxilios especiales bajo las condiciones más imposibles, auxilio especial en los momentos en los que nada se puede hacer. Hoy hay una bendición fuerte, porque es un día fuerte. Ella será en estos objetos benditos, ejerce un patrocinio sobre las gracias más imposibles.
Dice el Señor que acepta todos los pedidos de perdón, todos sin excepción, siempre y cuando se trabaje para no repetir errores, particulares y generales. Si Él tendría que sacar a relucir todos los errores, dice que no quedaría nada en pie, entonces; pero que ahora mira lo que hagamos de bueno y eso es misericordia y Justicia vendrá después.
Aquí también, dice el Señor, que los jóvenes se están alejando mucho de la verdad y sobre todo de la realidad, están creando un mundo que no existe, un mundo solamente material, que hagan mucha oración en este centro por esa intención por la purificación de la juventud.
Que está también el Señor preparando nuevos mensajes en otras partes, que no han salido a la luz todavía, en su momento los tendrán. Algunos son incipientes aún, pero que se darán cuenta, como esto, por los frutos.
Dice el Señor que con las oraciones que hemos hecho la semana pasada y las misas que se han celebrado y por los sacrificios que el Señor ha pedido por las almas del Purgatorio se han liberado casi trescientas almas, porque lo más importante y mayor han sido las misas pedidas. Que ellas también ahora pertenecen a la Obra, porque son fruto de la Obra y entonces tengamos siempre en cuenta para que nos auxilien con sus oraciones.
Oíd ustedes, administradores de mi Iglesia en la tierra, os conmino a suspender las frivolidades dentro de la administración de los sacramentos, reprended con severidad en las celebraciones matrimoniales, la introducción de música, grabadores, filmaciones, fotografías y otros objetos sacrílegos1 en mi templo.
Así también reprended y aconsejad con firmeza, acerca de la vestimenta en presencia del Señor.2 Mirad que cada sacramento importa actuación directa de Dios y si vuestro Señor baja y no os encuentra preparados, ¿qué os dirá entonces? Vuestras misas, son santos sacrificios y deben ser vividos profundamente, no divaguéis, no cambiéis palabra tras palabra, no se agrega en las cosas de Dios, ni se quita, respetad la santa tradición. Y ni que hablar sobre los que comercian, más os valdría perder ambas manos de una vez y por toda la vida que aceptar en vuestra diestra el precio por un sacramento el cual el Señor distribuye gratuitamente. En la Casa de Dios, el centro es Dios y lo que importa es el Señor, todo lo demás no sirve sino está centrado en Él. Si es necesario, alargad la preparación a los sacramentos, por las impurezas de esta generación, agregad más doctrina, haced que conozcan la verdad, no distribuyáis perlas entre los cerdos.
Y os repito un esfuerzo más, a vosotros mis hijos predilectos que habéis recibido el poder de invocarme, haced más oración, os hace falta oración, el enemigo os ha dañado en la base y os ha hecho perder el gusto por la conversación con Dios. Si no habláis con vuestro guía, ¿a qué guía respondéis entonces?, y si creéis que mi Espíritu actúa, ¿dónde lo encontraréis? No hay doctrina humana que supere el soplo del Espíritu Divino, es el primer paso hacia el encuentro definitivo conmigo.
Sabed que la Santa Madre del Cielo os protege con una gracia especial por vuestra misión tan difícil pero no aprovechéis esto para vuestras banalidades pues si ahora sois intocables, mañana seréis, ya verán, mañana seréis lo más bajo por vuestra propia culpa y burla de todas las naciones. Sed uno con vuestras comunidades, ellos necesitan de vosotros pero vosotros necesitáis de ellos también y atendedlos como a hijos, como el Señor os atiende a vosotros. Luchad contra la sensualidad y acercáos más a la espiritualidad profunda pues si bien estos pobres escuchan mi voz, vosotros me tenéis con ustedes en vuestras manos y hasta puede decirse que respondo a vuestras órdenes al pronunciar la fórmula3 me hago presente indefectiblemente sobre el altar.
Yo no renegaré de aquél que en buena voluntad busca la verdad y no se separa de mi santa Iglesia, pero pobre de aquél, pobre del que ponga su orgullo de por medio. Y vosotros orad más por vuestro sacerdotes, ofreced más sacrificios, haced más novenas y ayunos, sed concientes de que ellos os guían por mi voluntad y respetad y amad esa voluntad, pues lo que a ellos exijo, a ustedes también, a cada uno en su medida.
Encargáos que no haya nadie que desconozca mis pedidos. Con vuestro ejemplo sembraréis la semilla, el resto vendrá solo, sed fuertes, Yo he sido fuerte aún traspasado en la cruz.
Durante esta semana próxima haced un intento por mí, rezad una decena del santo rosario con los brazos en cruz, ya veréis que grandes obras surgen de allí.
Sin mí, nadie puede, conmigo todos lo logran.
Continuad con vuestras oraciones pues aquí los ángeles custodian continuamente. Vuestra Madre participa de esta oración y al final os bendecirá.
Tened mi paz en vuestro espíritu.
El Señor dice que lo han hecho satisfactoriamente para su pedido. que no olviden de mantenerlo durante esta semana, una vez al día, que muchos lo han ofrecido por mí y ahora Yo deberé también ofrecer por él, por todos, por ustedes, el mismo sacrificio para que aprendan del ejemplo.

Lectura: Efesios, Cap. 4, Vers. 1 al 6.

Dice el Señor que debemos ahora ponernos todos de rodillas pues ahora la Madre va a hacer la bendición. Ella se va a acercar, va a colocar sus manos sobre cada una de las cosas que están aquí y va a transmitir su gracia. Dice el Señor que su Madre ya está aquí, adelante, y que ya ha bendecido los objetos y que va presenciar mientras el Señor va a bendecir todas las personas que están aquí, a aquellos que no han podido llegar y a los que se han retirado también reciben la bendición. Vuestro Dios, Padre y maestro os bendice y clama por vuestra obediencia y fidelidad a mis palabras, os bendice el Señor, descienda sobre ustedes la paz en el nombre de mi Padre, en mi nombre, el Hijo y la luz divina del Espíritu Santo.
Seguid adelante, pues vuestros caminos están siendo trazados minuciosamente, trazados por mi mismo, no pretendáis dirigir a Quién dirige el Universo. Entregaos a mí, abrazad vuestra cruz y habitaréis por siempre en mi corazón.
Vuestra Madre os regala una rosa de amo, pedid en la semana una gracia más y os ayudaré a conseguirla en honor a Ella, pero no olvidéis mi pedido de las decenas, en atención a eso será esa gracia y por pedido de vuestra Santa Madre.
Retiráos en paz pues Yo os suavizaré el camino de regreso.
Id al mundo, cambiad el mundo.
Bendecid siempre al que os llega en mi nombre.


1 Sacrilegio: profanación de persona, cosa o lugar sagrado. Profanación: tratar alguna cosa sagrada sin el respeto que se le debe o destinarla a uso profano. Hacer uso impropio de cosas respetables.
2 Deuteronomio Cap. 22, Vers. 5; I Corintios, Cap. 11, Vers. 2 al 16.
3 en la Consagración del pan y el vino en la Santa Misa: “Tomad y comed...”.




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