17 de noviembre de 1985
Ya viene mi mano, esperen en mí, ya viene mi fuerza en su auxilio, confíen en mí. Verán las obras del Espíritu que mueve a mi Iglesia hacia ustedes. No crean que he olvidado esta obra, ¿acaso puede un padre olvidar a uno solo de sus hijos por más lejos que éste se encuentre?
Hay un Brote Nuevo que debe ser cuidado y ustedes son los responsables de hacerlo, estos mensajes son el brote nuevo que pronto se hará más fuerte y florecerá y dará fruto a todo el mundo.
Es tiempo de grandes gracias que los elegidos pidan con fe; todos pidan, mi corazón está abierto.
El viento está azotando mi sembrado pero Yo cuido que ni un solo racimo se eche a perder.
De ahora en más, el que quiera seguirme ayune, solo pan y agua dos días por semana, oración diaria, en honor a mi Madre, Yo elijo el santo rosario, lean mi Palabra1 porque donde está mi Palabra, estoy Yo.
Lectura: San Juan, Cap. 4, Vers. 34 al 38.
Aun los espero a todos, acerquense, en la misa me hallaran vivo y presente.
El que recibe mi Cuerpo con dignidad, recibe mis dones.
Digan a todos, la hora se acerca, apuren o será tarde.
Mi bendición a todos y mi paz.
1 La Santa Biblia.
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